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Las personas sabias cambian y crecen, no se quejan todo el tiempo

Debes ser honesta contigo...

Pon atención a esto

Las personas sabias cambian y crecen, no se quejan todo el tiempo…

La vida no es fácil y tratar de vivirla de la mejor manera o de la forma en la que deseamos tiene dos niveles más de complejidad.

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Sin embargo, los hombres y las mujeres que hacen la diferencia saben que las quejas huecas no dejan nada, si bien podemos manifestar nuestra inconformidad, también está en nuestras manos afrontar la situación.

Es decir, no sólo quejarnos, también actuar.

Dicen por ahí que si las personas sabias cambian si no está en sus manos cambiar lo que les hace conflicto.

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También hay otra frase muy popular que tiene que ver con las creencias religiosas, y viene bien a cuento en esta reflexión.

Se le conoce como la Plegaria de la sabiduría, esta oración se le atribuye a Reinhold Niebuhr, teólogo, filósofo y escritor estadounidense de origen alemán.

La plegaria de la sabiduría:

«Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar y sabiduría para entender la diferencia».

Esta frase es sólo el comienzo de la oración, sin embargo, es lo suficiente para aplicarla en nuestro día a día.

Quejarse no sirve de nada si esas palabras no se van a traducir en acciones que generen un cambio positivo.

Reflexiona, si eres alguien que se queja de su entorno y de los demás, es momento de que mires adentro de ti y trates de ver qué es lo que está ocurriendo para que nada te parezca.

¿Será que todo lo que te rodea está mal o será que las decisiones y actitudes que has tomado te han llevado a sentirte mal emocionalmente?

Si no te gusta tu vida, cambia tú para que cambie… Si no te gusta tu trabajo, tu pareja, tu familia, tu tiempo libre, tu cuenta de banco, ¡Si no te gusta tu vida! Entonces, cambia .

Deja aparte las quejas para personas que pueden vivir con esas frustraciones o malos entendidos, renace, renuévate y mientras más te muevas para cambiar tu escenario, más posibilidades tendrás de volver a sentir plenitud y felicidad.

Saca la ropa vieja de tu clóset, tira la basura, coloca las cosas en su sitio, primero hazlo en tu cuarto y en tu hogar, luego hazlo contigo, de tu piel hacia tu interior.

Enlista lo que te gusta y lo que no te gusta de tu momento de vida actual y mira con claridad que es lo que sí puedes cambiar.

Quizá debas hacer sacrificios, quizá debas salir de tu zona de confort, pero es normal y está bien.

Si tienes presente lo que quieres, tendrás la motivación suficiente para continuar y salir adelante.

Actúa, respira, vive y construye tu felicidad. ¡Cambia, crece!

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