Las parejas perfectas no son aquellas que evitan discutir, sino aquellas que saben tolerar las diferencias, trabajan en mejorarlas y no desisten del amor que tienen hacia el otro ante el más mínimo obstáculo.
Ellas están claras sobre quién es su pareja: si bien tiene defectos y fallas, también está lleno de virtudes que marcan una gran diferencia.
Así, no dudan tanto en trabajar por mejorar la relación, y saben que el camino es largo pero satisfactorio.
Por lo general, el tipo de persona que se convierte en una pareja perfecta no es aquella que no se equivoca, sino la que tiene estos 12 hábitos de vida (o al menos la gran mayoría)…
¡Checa y averigua si eres una buena novia!
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1. Sabes distinguir el amor del apego.
No estás con alguien porque tienes miedo a la soledad o estás insatisfecha con tu vida; al contrario, te sientes bien y motivada a vivir.
2. Eres respetuosa.
Sabes que cada persona necesita su espacio, su libertad y tiempo para consigo mismo; ya sea para conocerse mejor, alcanzar sus metas o hasta reflexionar.
3. No sientes celos por su pasado.
El pasado de cada persona lo convierte en quien es ahora; lo sabes y no pierdes tiempo en buscar, interpretar o revivir fantasmas.
4. No deseas cambiar al otro.
Sabes que el otro ya tiene su personalidad creada, y que intentar cambiarlo es perder el tiempo, o incluso hacer que pierda su atractivo.
5. No desgastas la relación.
No peleas por cosas que sucedieron hace tiempo; sino que intentas superar los mal entendidos, las diferencias y momentos difíciles.
6. Realizas criticas constructivas.
No quieres que el otro se sienta mal, sino que sea mejor persona de lo que ya es.
7. Eres positiva.
Cuando el otro se siente ofuscado o vulnerable; sabes como tranquilizarlo, distraerlo y ayudarlo a pasar un mal momento.
8. Eres honesta.
Intenta ser clara, despejar las dudas y que el otro no se sienta amenazado bajo ninguna circunstancia.
9. Cedes en algunos momentos.
No sólo estás pensando en tu bienestar; sino en lo que desea y le hace bien al otro.
Ya no eres sólo tú; sino que formas parte de un equipo.
10. Eres comunicativa.
Sabes expresar tus emociones de manera indicada y en el momento oportuno; evitando los estallidos de ira, y sin involucrar a terceros en el conflicto.
11. Aceptas tus errores.
No te cuesta admitir que te equivocaste; y te esfuerzas por aprender y no volver a repetirlos.
12. Le das estabilidad.
No dudas de la relación; sino que apuestas porque las cosas vayan bien pase lo que pase.
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