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El amor que te tienes, es igual al amor que recibes de otros

Si te amas, te respetarán

¡Toma nota!

«El amor que te tienes, es igual al amor que recibes de otros». Pareciera fácil de leer, pero en realidad, llevarlo a la práctica puede resultar complicado si de repente somos inseguras o nuestra autoestima tambalea.

¿Qué hay detrás de «El amor que te tienes, es igual al amor que recibes de otros»?

Esta frase engloba aspectos muy importantes que debemos entender de una vez por todas: amor propio, aceptación, límites y comunicación.

Es decir, el amor que te tienes, es el amor propio, el cariño que te tienes y la manera en la que te procuras y te cuidas.

Así como cuidas lo que comes, debes cuidar lo que piensas y lo que te dices a ti misma, tu diálogo interno es muy importante pues de ahí surge la forma en la que te comunicas y la forma en la que otros te tratan.

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Si no te amas, ¿cómo podrías establecer los límites en tus relaciones para que la gente no pase «encima de ti»?

Si no te aceptas, ¿cómo puedes alejarte de personas que te lastiman emocional, psicológica y físicamente con comentarios o burlas hacia tu persona?

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Cuando una mujer se ama, manda las «señales», «mensajes», «reglas», adecuadas a todas las personas, expresa con su personalidad e impone su carácter.

Entonces, sin tener que ser grosera, la gente percibe la manera en la que ella se comporta, lo que le va y lo que no le agradaría.

Esto también ocurre con la pareja…

Así surge la convivencia con las personas con las que nos rodeamos, con quien vivimos o con quien nos conectamos en el terreno afectivo.

Entonces el amor que te tienes a ti es proporcional al que otros te pueden dar, si tu autoestima flaquea o te sientes insegura, estarás marcando una pauta para que tu pareja te trate de una forma diferente a la que quizá deseas.

Por poner un ejemplo burdo: Si tú te ves al espejo y te dices:

«¡Qué fea estás, que gorda estás, que tonta eres!», ¿cómo vas a reaccionar cuando tu pareja te diga en voz alta ésas mismas palabras?

¿Le darás la razón? ¿Te sentirás triste pero lo aceptarás como verdad? o podrás decir, «Un momento, a mí no me hables así, ni estoy fea, ni estoy tonta y mi cuerpo me gusta».

Así detendrías la agresión y comienzas a marcar un límite.

Por eso, es tan importante, amarnos y aceptarnos, poner límites y comunicarnos asertivamente, pues es la base para construir relaciones sanas.

Ámate, cuídate, procúrate y recuerda que el amor que te tienes marca el amor que recibes de los otros.

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