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El amor tiene 7 enemigos y ninguno es la infidelidad, aquí lo entenderás

La lección del día...

Mucha atención

¿Conoces a los verdaderos enemigos del amor?

No hay relaciones perfectas, sólo hay personas que logran entenderse más que otras y trabajan, cada uno por su lado, para construir una relación estable.

Con esto entendido, creemos que la infidelidad en sí, no es el enemigo del amor, sino la consecuencia de los verdaderos enemigos.

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Esto no implica que la infidelidad no duela, que deba superarse o justificarse, al contrario, puede ser la gota que derrama el vaso para hacer consciencia de que la pareja no está bien y asumir lo que tenga que venir.

Sin embargo, prestemos atención a lo que hay detrás de la infidelidad pues son los verdaderos enemigos del amor.

1. Egoísmo.

Alguna vez un amigo me dijo «el amor no es egoísta, si hay egoísmo, no es amor». Me dolió porque lo comprendí.

Es un hecho que para que las relaciones de pareja funcionen sanamente, ambos deben caminar por separado pero hacia la misma dirección, sí, así como las vías del tren.

Pero, esto no puede confundirse con el egoísmo, una cosa es el amor propio y la individualidad y la otra es perder de vista que en una relación estable se forma un equipo en el que ambos serán responsables de la armonía, dedicación, atención y compromiso.

2. Deslealtad.

Antes de que se llegue a una infidelidad sexual hay una serie de cosas que debieron desacomodarse en la relación y todas cumplirán la falta de lealtad.

Si se involucra con otra persona por calentura, novedad o falta de intimidad contigo, lo primero que hace es defraudar tu confianza y aplastar la lealtad entre ustedes como amigos, pues no por ser novios, esposos o vivir juntos, dejan de ser amigos.

¿Existe amor sin amistad? No. ¿Existe amistad sin lealtad? No.

3. Falta de comunicación para generar acuerdos.

Llevarse bien y entenderse para las cosas más fáciles de la convivencia es buenísimo, pero lo que pone a prueba realmente a su unión es poder entablar acuerdos en las discusiones.

No hay que temer a las discusiones, sino a tener la incapacidad o falta de compatibilidad para acordar.

4. Dar todo por hecho.

Desde el deseo, hasta la ternura… Un amor que se sostiene a pesar del paso del tiempo es aquél que a diario hace algo por florecer.

Es decir, de alguna u otra manera ambos encuentran la forma de renovar y reforzar su amor para saberse cómplices de vida.

5. Mala calidad de convivencia.

Pensemos en calidad más que cantidad. Si del 100% del tiempo que se ven, más de la mitad hay problemas y discusiones que dejan inconclusas o los desgastan, algo no está funcionando.

Una relación debería de ser un refugio, no un campo de batalla o un espacio para ejercer poder.

6. Soledad.

Es el escenario en donde brota la falta de la pasión, del entusiasmo, de todo aquello que fortalece el vínculo que forma la pareja.

La soledad puede ocasionar una infidelidad, sí, seguramente por ser sumada a otros factores que han desgastado la relación.

Además, es una consejera muy sabia que puede hacernos revalorar la relación aunque esto signifique terminarla.

7. Monotonía.

Si la rutina los lleva a perder la espontaneidad es fatal, pero si se pierden incluso palabras como «buenos días», «por favor» y «gracias», la vida irá perdiendo brillo.

Entonces, antes de pensar en si tu pareja podría serte infiel, piensa en los verdaderos enemigos del amor pues tener una relación sana, cuidada, con pasión y sobre todo que sea recíproca, estará exenta de una tercera persona en discordia.

Esto es trabajo de ambos, así que platica con tu pareja y procúrense.

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