A veces, no nos damos cuenta de todo lo que superamos y logramos en la vida, hasta que nos dan ganas de contarle a nuestra antigua yo lo bien que lo hicimos.
Tenemos esa necesidad de encontrarnos con ella y contarle que podría estar orgullosa de lo que nos convertimos o incluso mencionarle que todo lo malo pasará.
Te recomendamos:
7 claves para ser una mujer seductora e irresistible
5 maneras en las que pierdes a un hombre valioso
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! ?
Lamentablemente no hay una máquina del tiempo que nos lleve a ese momento, pero si podemos hacer un ejercicio para contarle esto y más a la persona que fuimos en el pasado.
Hace poco lo hice como una tarea reflexiva y tengo que confesar que no solo me ayudó a apreciar todo lo que tengo ahora (más allá de lo material).
También a entender que no estaba tan perdida como creía y que necesito confiar más en mí.
A continuación, te cuenta lo que yo me contaría, para que te inspires y realices este ejercicio:
4 cosas que me encantaría contarle a mi antigua yo
1. Nos arriesgamos.
No es que venciéramos el miedo por completo o nos aventuramos sin conocer las consecuencias, después de mucho pensarlo, nos atrevimos y eso nos gustó.
Algunas veces perdimos y en otras ganamos, pero no nos quedamos con las ganas. Incluso, cuando no resultó como esperábamos, obtuvimos algo mejor.
2. Lo superamos.
Parecía imposible, pero lo dejamos ir. Lo soltamos y nos dimos cuenta de éramos más felices sin él que a su lado.
No fue fácil, nos costó mucho tiempo, sin embargo, al final entendimos que merecíamos más y que nos estábamos conformando con muy poquito.
3. Preferimos la calidad.
Antes creíamos que todos eran nuestros amigos, a pesar de las decepciones y las traiciones, seguíamos ahí para ellos.
Afortunadamente dejamos atrás a todas las personas que nos hacían daño, no importaba si era familiar o “amigo” de años.
Nos elegimos y nos dimos cuenta de que tenemos pocos amigos verdaderos, pero ellos valen mucho y no necesitamos cantidad, sino calidad.
4. Estamos aprendiendo a querernos.
Me encantaría decirte que ya nos valoramos y nos respetamos al 100%, pero aún nos falta. Sin embargo, ya estamos en el camino correcto.
Aceptamos que no podemos controlar todo en nuestra vida y que debemos fluir sin necesidad de ser perfectas.
La ansiedad nos gana en ocasiones, pero después retomamos el camino.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.