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5 lecciones que aprendí al tener un amor que nunca fue

¡Llegará alguien mejor!

Que sí te valorará…

Todas tenemos un amor que nos dejó una huella, no por lo bueno ni lo malo, sino porque nunca fue, se quedó en el abismo.

Es decir, parecía que la otra persona sentía el mismo interés que nosotras, nos ilusionó o nos permitió fantasear con la posibilidad de un futuro.

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Sin embargo, con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que queríamos cosas diferentes y que las únicas interesadas éramos nosotras.

La realidad es que era un amor que nunca fue, porque tú solo te enamoraste de las ilusiones y las expectativas, y él disfruto de lo que le brindabas de forma gratuita.

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Sí, es doloroso, pero muy real. Por esto, es importante que no te aferres a un amor que nunca fue y tampoco te culpes.

Para poder superarlo y entenderlo, necesitas leer esto:

5 lecciones que aprendí al tener un amor que nunca fue

1. No puedes hacer que te amen.

El amor es un sentimiento que no se obliga. Lo que sí puedes hacer es transformarte en alguien que puede ser amado y el resto dependerá de la otra persona.

No hay esfuerzo que valga; si la otra persona decidió seguir por otro camino, nada podrá hacerlo cambiar.

Sé tú misma, auténtica, no cambies quién eres para lograr el amor de otra persona y nunca sientas que algo está mal contigo.

La otra persona no pudo ver lo maravillosa que eres y ese fue su problema, no el tuyo.

2. No todos amamos de igual manera.

Las personas demuestran su afecto de una manera determinada y eso es difícil de cambiar.

Tal vez, ese amor nunca fue porque tú demostrarte un tipo de amor y el otro, al final no congenió y obstaculizó la relación.

Por esto, es importante respetar la forma de amar de otros y no cambiar solo por complacer, porque al final esto te hará más daño a ti.

3. Para amar a los demás, debes amarte primero a ti.

En los dos casos de una manera incondicional y sin juzgar. Para decir “te quiero”, primero debes decir “me quiero”.

El amor propio y el autoconocimiento son las claves para tener relaciones saludables.

Si viviste un amor que nunca fue es porque no tenías el suficientemente amor propio para darte cuenta de que ahí no era.

O que no te iban a brindar la relación que tú deseabas.

4. Si alguien te rechaza, tú no eres quien pierde.

El que pierde es quien no se da la oportunidad de conocerte.

Siempre habrá alguien dispuesto a dar el todo por el todo por ti. A veces resulta difícil encontrar a esa persona, pero debes seguir buscando y no darte por vencida.

Él se cerró las puertas de obtener algo grandioso y sumamente valioso y tú aprendiste que mereces algo mejor.

Un amor más valiente, poderoso, atrevido y que lucha hasta el final.

5. Amar no es necesitar, es elegir.

El amor es una decisión personal que eliges todos los días. Es decir, no estás con una persona porque la necesitas o porque creas que sin ella no puedes hacer nada.

La eliges porque te inspira, la admiras, respetas y valoras. Si tu pareja y tú no sienten esto el uno por el otro, la relación estará destinada al fracaso.

Nadie tiene la responsabilidad de “completar” o “apoyar” al otro. La clave está en “preferir” en lugar de “necesitar”.

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