A veces cometemos el error de aferrarnos, de no abrir los ojos, de pensar que algo cambiará, ¿te suena familiar? Bien, pues es momento de soltar a la persona que amas pero te hace daño.
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No estás sola, al igual que tú, nosotras nos hemos encontrado en una relación en la que no hay equilibrio, sino tormentos, no hay estabilidad, sino incertidumbre.
Así que si lo amas pero te hace daño, sabemos qué es lo que estás pasando.
Tu corazón, tu mente y tu intuición dicen cosas diferentes, por un lado, quieres seguir en la relación, por otro, sabes que lo que ocurre no está bien y te está costando trabajo aceptar que eso no será diferente.
La persona que está a tu lado, a la que le estás dando tu corazón, cuerpo y energía, es complicada, por decir lo menos.
Es alguien cuya actitud te perfora el pecho, temes alterarlo, te preocupa constantemente que algo no le guste y te lleve «la contraria».
Todo lo toma personal pero te termina culpando como si sólo fuera un víctima de tus impulsos, para tu pareja eres la responsable de todo lo malo que les pasa y necesita hacerte pagar por eso.
Si lo que acabamos de contar te parece familiar en menor o mayor medida, necesitas parar y ser consciente de que estás en una relación en donde se está ejerciendo como mínimo violencia psicológica y eso necesita parar.
Si lo amas pero te hace daño, necesitas:
Amarte más a ti que lo que lo amas a él
Es decir, recupera tu amor propio y ámate más a ti. Bájale dos rayitas al GRAN amor que le tienes y recuerda que no puedes quitarte amor por dárselo a otro, incluso, a tu pareja.
Aceptar que sólo cambia quien quiere cambiar
Es desgastante pasar el tiempo pidiéndole que cambie, sobre toco cuando una persona no quiere hacerlo, ni reconoce sus errores, ni trabaja en sí mismo.
Entender que por mucho que tú hagas no podrás (ni te corresponde) sostener la relación
Para esto se puede citar la siguiente frase, «me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado».
Una relación es de 2, los dos son responsables de mantener el vínculo, de cuidarlo y de hacer que perdure a pesar de las dificultades.
No idealices
Deja de pensar en lo que tu querías que fuera o en lo que se supone que sería. No te fijes en sus palabras, sino en los hechos. Abre los ojos.
Lo mejor para ti es irte de ahí
Lo mejor para ti es irte de ahí, tanto emocional como físicamente.
Ponte de prioridad, sé lo más importante en tu vida y trátate de esa manera, cuidándote, incluso, de tus expectativas.
Necesitas entender y creer que quien en verdad te ama, no te herirá de forma intencionada, no querrá lastimarte ni robará tu paz, al contrario, no estorbará en tu felicidad y aportará para que ésta llegue a ti en abundancia.
Sé fuerte y termina esa relación
-Acepta
-Despídete
-Perdónate
-Perdónalo
-Valórate
-Deja al pasado atrás
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