Si tu matrimonio ha entrado en una crisis y no quieres perder al amor de tu vida, es momento de poner manos a la obra.
Así como lo lees, este problema sí tiene solución, sobre todo, porque no te estás quedando con los brazos cruzados, sino que estás buscando maneras para resolver lo suyo.
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Es decir, ya estás dando el primer paso para salvar tu relación amorosa y no debes dar marcha atrás.
Porque hoy están en una crisis amorosa, pero eso no significa que sea el fin de su relación amorosa, sino que es un bache que pueden superar juntos como equipo.
A continuación, te contamos sobre las acciones que te ayudan a recuperar la relación con tu pareja, para que así su amor siga fuerte.
¿Cómo salvar un matrimonio que está en crisis?
1. Hablen, no discutan.
Hablen de cómo se sienten sin culpas ni ataques, necesitan abrir un canal de comunicación honesto y sin reproches.
Por esto, usa frases como: “me siento…” en lugar de “tú siempre…”. La comunicación es clave, pero no toda conversación es útil. Así que, evita gritar, interrumpir o usar sarcasmo.
2. Busquen ayuda profesional.
Un terapeuta de pareja puede ofrecer herramientas prácticas para mejorar la comunicación y reconstruir la confianza.
Ir a terapia no significa que su relación amorosa fracasó, sino que es una inversión en la relación.
Si uno no quiere ir al principio, el otro puede comenzar solo, eso también puede generar cambios positivos.
3. Identifiquen el verdadero problema.
A veces se discute por cosas pequeñas, pero detrás hay temas más profundos: falta de atención, resentimientos pasados, diferencias de valores, etc.
Ambos deben estar dispuestos a admitir que algo no va bien, sin caer en reproches constantes. Pregúntense mutuamente: ¿queremos salvar esta relación?, y la respuesta debe ser sincera.
4. Establezcan nuevos acuerdos.
Es importante redefinir roles, responsabilidades y expectativas en la relación. Esto incluye tiempo de calidad, tareas del hogar, intimidad, finanzas, etc.
No se trata solo de hablar de los problemas, sino de cambiar patrones de conducta.
Por ejemplo: si uno no escucha, practiquen 10 minutos diarios de “escucha activa” sin interrupciones.
5. Tomense un tiempo.
Una separación temporal con límites claros puede ayudar a reflexionar con cabeza fría y evaluar si aún hay algo que salvar.
6. Revivan lo positivo.
Hacer memoria de los buenos momentos, lo que los unió, lo que admiraban uno del otro, puede hacerles recordar por qué siguen juntos y por qué lo suyo es bueno.
A veces lo que falta no es amor, sino conexión. Porque cuando hay crisis, las parejas suelen convivir sin conectar.
Por esto, recuperen actividades que disfrutaban o prueben nuevas. Algo tan simple como caminar juntos sin pantallas puede marcar una diferencia.
7. Reconstruyan la intimidad.
Claro está, la emocional y la física. Porque el afecto, la intimidad y la complicidad se deterioran si no se cuidan.
Empiecen con gestos pequeños, como abrazos, palabras amables, detalles inesperados.
¡Ojo con esto!
No todos los matrimonios pueden o deben salvarse, especialmente si hay violencia, manipulación o abandono emocional profundo y persistente.
En esos casos, priorizar la salud mental y física de ambos (y de los hijos, si los hay) es lo correcto.
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