No puedes esperar que el amor verdadero simplemente aparezca…
Que llegue el «hombre perfecto» a demostrarte que el amor existe, en realidad, esos son cuentos de hadas que debes dejar de creer.
Pero, en lo que sí puedes creer es que será más fácil que alguien llegue a tu vida a hacer el bien, si tú misma estás haciéndolo por ti.
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Acerca del amor verdadero
El amor verdadero, ese que vemos en las parejas de viejitos que pasean por el parque, o esos matrimonios que venden todo para viajar por el mundo, representan algo: lucha.
Ellos han luchado por permanecer juntos, ellos son los que han pedido perdón y han perdonado.
Son personas que han cedido, aceptado e incluso se han moldeado, no a la forma del otro, sino a la forma de su vida al lado de otro.
¡El amor no es algo que nos llegue de repente!
Claro, puede haber parejas que se encuentren como en una película.
Pero, en general, el amor verdadero encuentra la manera de sobrevivir a las desesperanzas, a las situaciones adversas y a las tentaciones con: voluntad, honestidad y comunicación. Nunca se rinde.
Por ello, el amor verdadero se construye, se trabaja a diario, no es algo que una vez que se tiene se conquiste por completo.
El amor involucra decisiones diarias, introspecciones, ver qué nos molesta y por qué nos enfada. Conocer al otro desde su propio «Yo» y aún así, seguir.
Pensemos esto…
Seguramente dejaste atrás a un gran amor, alguien con quien te viste para toda la vida, viajando, siendo feliz, con o sin familia.
Pero por cosas del destino, ambos se tuvieron que dejar ir.
¿Qué pasó?
Que ambos no querían lo mismo, que ambos o quizá uno de los 2, aún no estaba dispuesto a construir algo indestructible o, al menos, jugársela porque así fuera.
Sí, lo amaste, pero se tuvo que ir de tus manos porque vendría algo mejor, alguien que coincidiera con tu expectativas, con tu camino, que fuera a tu lado como las vías del tren, cada uno por su parte pero juntos con un mismo destino.
Así que, no esperes a que el amor llegue a ti, construye una vida que te haga feliz, que le pueda dar espacio a alguien completo, con pasado pero sin fantasmas.
Alguien dispuesto a construir lo mismo que tú, con el trabajo emocional y cotidiano que eso significa.
Pero todo inicia en ti
Todo gira alrededor de ti, de lo que tú eres capaz de darte, la compañía y el trato que te permites tener, y es ahí en donde la mujer selectiva por su felicidad y amor propio, toma las riendas de su vida para aprender a compartir.
Porque no se trata de darlo todo, se trata de saber dar, poder pedir y aprender a recibir.
Entonces, ¿el amor no tiene magia?
Claro que la tiene, los besos no mienten, el entusiasmo es testigo de lo mágico que es enamorarte, pero la magia del amor está en superar la adversidad y disfrutar con plenitud los buenos momentos, siempre de la mano del otro. Si eso no es magia, no sé qué carajos lo sea.