Estas es la carta a la persona que quizá me robó su corazón…
Te puede interesar
Lo que más extrañan los hombres mexicanos en esta cuarentena es a su amante
«El síndrome de la caca fría», el texto viral que TODAS debemos recordar
7 cosas que hace una mujer con amor propio cuando la vida se pone difícil
Para la persona que quizá me robó su corazón:
No me consta que existas, tampoco que me hayas robado su corazón, pero si existes y hoy estás con él, mientras yo sólo tengo sus recuerdos, quiero decirte lo siguiente.
Tienes a tu lado a un buen hombre, pero no a la mejor pareja. ¿Sabes? Yo di mucho para que lo nuestro funcionara y ni así pudo sobrevivir.
Quizá porque así tenía que ser, a mi lado ese amor no trascendería y sólo estaba limitado a dar hasta donde llegamos, quizá contigo, ambos logren ser felices por siempre, pero de algo estoy segura, tampoco para ti será fácil.
No digo en serio que me robaste su corazón porque ahora entiendo que no me pertenecía.
Si te prefirió a ti y me dejó a mí, no te guardo rencor, fue su decisión, quedó en él el dejarme volar para ir a tu nido a escribir una nueva historia.
Aunque hoy me duele, el tiempo es sabio y me ayudará a sanar mis heridas.
Les deseo lo mejor aunque hayan preferido iniciar su historia manchándose con las cenizas que quedaban de nuestro incendio.
Deseo, de corazón, que esto salga bien para los 3, que tú y él sean felices, que él jamás encuentre un motivo para volver y que tú siempre desees esperarlo.
Yo, por mi parte, ahora sólo quiero sanar, ya ni siquiera me molesto en pensar en los por qués, para mí, ahora todo está en los hechos, él se fue contigo, él dejo nuestra relación.
Negar que esto es difícil sería mentir, es más complicado de lo que crees, no es darle vuelta a la página, para mí es cerrar el libro que yo misma escribí y no volverlo a leer jamás.
Él por su lado, hará su vida y espero que en verdad la haga con la tuya, que no te haga lo que a mí, que no te dé espacios de relleno según su satisfacción y, de ser así, que tú tengas los ojos bien abiertos para que no cometas mis mismos errores.
Sólo ustedes dos conocen su historia, las verdades y mentiras, su complicidad, sus arrebatos pasionales, sus sueños e ideales.
Yo, hoy tengo una hoja en blanco que nunca busqué ocupar.
Te pido que, no seas como yo, no le des todo a manos llenas, no le entregues tu corazón a ciegas, porque te aseguro que la historia la repetirá contigo.
Ámalo, ámense, búsquense y encuéntrense, pero no se casen, él no conoce el significado de esa palabra, prefiere ser un niño o un adulto según le convenga y te costará años y noches después entenderlo.
Sean libres para ser felices
Sean fuego y agua, sean el uno para el otro pero sin dejar de recordar que su historia empezó en total deslealtad.
Quizá, puedas pensar que hablo con coraje porque lo perdí, pero soy del tipo de mujer que le gusta más ver lo que gana, que lo que deja ir.
Hoy gano mi libertad, un nuevo camino, un volver a comenzar sin peso en la espalda con sabor a nada.
Mi tristeza está hoy pero un día se irá, en cambio mi consciencia siempre estuvo, está y estará tranquila, ¿ustedes pueden tenerla igual?
Quizá hoy no duerman pues se dejan llevar por el calor de sus cuerpos y no escuchen la voz interior que les grita «lo empezaron mal». Quizá hoy yo duerma sola, pero hay paz en mi soledad…
Me robaste su corazón, pero me devolviste mi libertad, ¿qué crees que vale más?
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.