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Lo mejor de haber sido mal amada es que después no te dejas amar por cualquiera

Las cicatrices hoy son anécdotas que ayudan a aconsejar a otros...

El dolor enseña

Reflexión: Lo mejor de haber sido mal amada es que después no te dejas amar por cualquiera…

Es más fácil de lo que se puede pensar, después de ciertas experiencias amorosas, lo único que queda después del dolor es aprendizaje.

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Lo mejor de haber sido mal amada…

Así, nos vamos volviendo con los años más selectivas, más precavidas, más seguras de lo que queremos y más quisquillosas por lo que no queremos.

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La exigencia para tener una pareja sube al igual que el grado de dificultad de la misma vida.

Las lecciones del pasado al ser una mujer mal amada nos forjan carácter, filtros y quizá desconfianza, no siempre vemos con buenos ojos a quien nos halaga pues dudamos de sus verdaderas intenciones.

Paradójicamente…

Este hecho nos hace más felices solas que tomando riesgos en el territorio del amor.

Las cicatrices hoy son anécdotas que ayudan a aconsejar a otros, pero sólo nosotros sabemos lo que nos dolieron en su momento.

Los años no pasan en balde y las personas que se cruzan en nuestra vida tampoco, todas son maestras que nos dejan una lección.

Todo lo anterior se convierte en referencia, así cuando nos encontramos con una nueva posibilidad para querer y ser querida, nos vamos con cautela y cuando se trata de diversión, escogemos cuándo, cómo y con quién.

Sí, la vida y la edad nos pulen nuestras preferencias y no le entregamos las piernas ni el corazón a cualquiera, o al menos eso intentamos, si al final, nos sorprenden negativamente, ya es otra cosa, y suele doler más porque creímos en el otro más que por perderlo.

El tiempo nos hace confirmar que sabiendo y disfrutando estar solas podemos elegir compartir con alguien, un café o la cama.

Nos gustan las intenciones claras así que las decisiones son tomadas más con la cabeza que con la emoción.

El pasado es un excelente maestro y escuchándolo podemos ser más selectivas e inteligentes, más fuertes y no le damos el corazón a cualquiera…

Aún sin saber el resultado, un corazón que sabe de dolor se entrega para las mejores oportunidades, no para las regulares, ¿no crees?

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