Sí, me considero una mujer poderosa, inteligente, valiente, exitosa y hermosa. Sé que muchos lo dudan y no lo creen, pero mientras yo lo sepa, con eso me basta y me sobra.
El problema de que muchas personas no se consideren así es porque siguen cubriendo las expectativas de otros.
Pero yo dejé eso a un lado hace mucho, trabajé en mí y para mí. No necesito probarle nada a nadie. Solo tengo que cuidarme y hacer lo mejor para mi felicidad.
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Tal vez, sea egoísta y no me justifico, pero mi forma me ser me ha ayudado a dejar fuera de mi vida a personas que no valen la pena.
Y que solo llegan a mi vida para aprovecharse o sacar ventaja. Por esto, hoy quiero compartirte lo que aprendí durante este trayecto.
Así te darás cuenta de que tú también eres una mujer poderosa o estás en el camino correcto…
Lo que he aprendido al convertirme en una mujer poderosa e independiente
1. Es mejor viajar con pocas cosas.
No necesito de mucho para ser sumamente feliz. Ya no me complico la vida cargando con errores, decepciones, amores o decisiones del pasado.
He aprendido que, si quiero avanzar, necesito soltar.
2. Calidad antes que cantidad.
Antes creía que necesita más para sentirme dichosa, pero con el tiempo entendí que no se trata de cantidad, sino de dar y recibir las cosas de la forma correcta.
3. No le llamas amigo a cualquiera.
Es cruel, pero lamentablemente no puedes confiar en cualquiera.
4. El silencio es importante.
Pero hablar en el momento correcto, es mejor.
Sí, a veces callar para no empeorar las cosas está bien, al igual que disfrutar del momento y de lo que la vida te está dando.
Sin embargo, ser clara, honeste y directa, te ayudará a obtener lo que mereces.
5. Una ruptura no es el fin del mundo.
Ni ese patán al que le diste 10 oportunidades era el amor de tu vida. Mereces a alguien que sí te demuestre amor y no solo te dé migajas de cariño
6. Está bien tener miedo.
Te hace humana y sabia, sentir temor ante una situación, pero no te detengas por él.
Hazlo y si te da miedo, hazlo con miedo.
7. Valora las cosas simples de la vida.
A veces, no nos damos cuenta de todas las cosas grandiosas que ya poseemos. Nos enfocamos en llegar a un punto, y necesitamos disfrutar cada paso que damos.
8. Permítete no estar bien.
No puedo ni quiero estar feliz todo el tiempo. Ahora sé que necesito vivir diferentes cosas para valorar las mejores.
9. Siempre se puede.
Ni se te está pasando el tiempo ni hay un límite para hacer las cosas. Siempre se puede empezar desde cero, atreverse o dejar algo que no está bien.
Tú decides, si quieres ser una mujer poderosa o huir del gran potencial que tienes.
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