Muchas veces creemos que dejamos una mala impresión en las personas cuando somos inseguras, decimos cosas sin pensarlas o incluso somos un poco arrogantes cuando tenemos éxito o resaltamos nuestra belleza.
Esto solo es la cima de una gran montaña de defectos que nos restan atractivo, resaltan nuestra baja autoestima e indican que llamamos la atención por las razones equivocadas.
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Una persona engreída siempre dejará una mala impresión en las personas que lo rodean. No solo por los malos tratos que da, principalmente por que sus actitudes hablan sobre los propios complejos que tiene.
Según un estudio publicado en el Social and Pesonality Psichology Compass, existen cuatro actitudes que debes evitar para no convertirte en una persona engreída.
Si quieres ser una mujer atractivo, que atrae miradas por las razones correctas, inteligente y confiable, debes evitar estas acciones:
Las actitudes que te restan atractivo y dejan una mala impresión de ti
1. Ser presuntuosa.
Presumir tus atributos o logros, hablar sólo de ti, poner en duda los logros de los otros, robar el momento de otras personas o destacar todo el tiempo tus cualidades, no habla bien de ti.
Estos aspectos dan una pésima imagen de ti, con el tiempo solo provocan que los demás huyan cada vez que te vean.
*Se vale que estés orgullosa de tus logros y que quieras resaltar lo mejor de ti, pero nunca debes creerte superior a nadie, sobre todo cuando te falta mucho que aprender y lograr.
2. Halagar de manera superficial.
Los cumplidos ambiguos para quedar “bien” o para recalcar que tú la eres mejor, te restan atractivo y poder al instante.
Si vas a elogiar el trabajo o el físico de alguien no remates con frases que resten crédito a su esfuerzo.
Tales como: “para ser joven, lo haces bien”, “tu trabajo me impresionó, aunque no es lo mejor que he visto” o «me encanta tu ropa, se vería mejor en mí».
O incluso en tus relaciones amorosa que le digas a tu pareja que se ve bien, pero no tanto como otro hombre que te agrade.
Si tu elogio no es sincero o vas a desacreditarlo, mejor no digas nada.
3. Fingir humildad.
Presumir y alardear sobre tu dinero, belleza, inteligencia, viajes o experiencias no es lo correcto. Se vale que quieras compartir los grandes momentos de tu vida.
Pero no restregarle a los demás que tú sí puedes y ellos no. Tu falsa humildad solo está dejando entre ver que solo buscas aprobación.
4. Ser hipócrita.
Decir algo y hacer lo contrario simplemente provocará que las personas no te tomen en serio, incluso, que piensen y te traten como si fueras falsa con todos.
Deja de querer encajar en todos los lados o peor aún querer quedar bien con todo el mundo, porque no lo lograrás.
Lo ideal es que te muestres transparente, seas honesta pero respetuosa y que siempre des lo mejor de ti.
Recuerda que no solo se trata de ser hermosa por fuera también debes serlo por dentro.
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