En un mundo políticamente guiado por la eterna batalla entre Estados Unidos y Corea del Norte (entre muchas otras), estamos muy acostumbrados a escuchar el punto de vista norteamericano, pero no el norcoreano.
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Una exsoldado contó su testimonio a BBC sobre lo que significaba pertenecer al cuarto ejército más grande del mundo y cómo las mujeres dejaban de menstruar. Su nombre es Lee So Yeon y durante casi diez años durmió en la parte de abajo de un litera en un cuarto que compartía con más de doce mujeres. Además, cuenta que las violaciones estaban a la orden del día para demasiadas mujeres con las que sirvió.
Cada mujer podía tener sólo un buró para guardar sus pertenencias, las cuales se limitaban a su uniforme y dos fotografías, una de Kim Il-sung (fundador de Corea del Norte) y otra de su fallecido heredero, Kim Jong il.
«Sudábamos bastante. El colchón donde dormíamos estaba hecho de cascarilla de arroz, así que el colchón se quedaba impregnado de todo el olor corporal. No está hecho de algodón. Como era cascarilla de arroz, el olor del sudor y de otras cosas se queda ahí. No es muy agradable».
Además, las condiciones para bañarse eran las menos adecuadas, ya que el agua era helada porque venía directamente de una manguera del arroyo de montaña y varias ranas y serpientes se colaban y salían por el agujero.
La razón por la cual se alistó al ejército fue para tener una comida asegurada diariamente, ya que en la década de los noventa, la hambruna azotó al país. Varias personas corroboran el testimonio de Lee So Yeon, aunque existen varios dudosos de los testimonios del ejército, ya que aseguran exageran las historias por dinero; pero la BBC aseguró no pagarle a So Yeon por su relato.
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