Ya pasaste lo más difícil. Estás aquí, estás sana y estás viva. Puedes reírte, puedes llorar, puedes abrazar, puedes comer… Sigues viva.
Ahora es momento de reencontrarte con tu cuerpo.
Es tiempo de amarte más que ayer, más que nunca. Quizá el camino no sea fácil, pero puedes estar segura de que no estás sola. Eso sí, tú tienes que ser tu mejor aliada, tu principal apoyo.
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Tu actitud y tu paciencia te ayudarán a reconectarte con ese cuerpo que sigue siendo tuyo aunque en este momento no lo sientas, y que nunca te ha fallado, aunque por segundos pienses que sí.
Tomará tiempo y mucho esfuerzo, pero ya pasaste lo más difícil.
1. Reconcíliate con tu cuerpo
Ámalo como es, mírate al espejo y admite que ha peleado junto a ti cada batalla, cada noche de llanto, cada fiebre y dolor, es TU cuerpo, es lo que tienes, así que haz las paces con él y abrázalo.
2. Saca de tu mente la frase: «Mi quiere matarme»
Haz a un lado esos pensamientos porque en realidad te llenan más de dolor, convéncete de que hizo todo lo posible por protegerte pero el cáncer lo rebasó, ahora sigue contigo para volver a comenzar.
3. Llénalo de besos
Y si es alguien que pueda hacerlo junto a ti, mucho mejor, mira su fragilidad y encontrarás su fortaleza.
4. Admira sus cicatrices
Sí, no serán lo más estéticas, pero son una prueba de que has librado algo importante en tu vida, míralas como recuerdos de una batalla que ganaste.
5. Siéntete orgullosa de él
¿Haber tenido cáncer es motivo para esconderlo? Por supuesto que no, deja la pena y los prejuicios sociales para las personas que no tienen seguridad en sí mismas, después de lo que has pasado lo único que puede constarte y motivarte es que al abrir los ojos al comenzar un día, ya ganaste más que cualquier otra persona sana.
6. Tenle paciencia
Claro, habrá veces en los que aparezca un poco de dolor, en el caso del dolor físico, sobre todo en el hombro o en los brazos, pero no pierdas la calma, si te desesperas menos lograrás recuperar tu cuerpo, recuerda que son uno solo, procura seguir los pasos de la rehabilitación y tómalo con calma, si eres constante, poco a poco podrás sentirte mejor.
7. No eres lo que le falta
Esto lo debes de tener súper claro, si te practicaron una mastectomía, no veas lo que le falta a tu cuerpo, eso sería ver el vaso medio vacío. Valora lo que tienes, recuerda que la enfermedad no te define, eres tú quien le da la importancia en tu vida y si por sus cuidados está presente en tu día a día, es mejor que te lleves bien con ella, ¿no?
No eres un par de senos, ni un seno faltante. Eres tú… y poco a poco necesitas volver a creerlo.
8. Encuentra qué puedes aprender de él
Seguro hay algo que, lejos de pasillos de hospitales y citas médicas, puedes aprender de todo esto y que otras personas estén interesadas en conocer, reflexiónalo.
9. Ejercítalo
Si lo tienes permitido, con rutinas autorizadas por los médicos y a medida de tus posibilidades, dedícale tiempo, haz yoga, pilates, camina o lo que sea una opción para ti y tu condición, además de desestresarte, podrás colocar tu mente en otras cosas.
10. No lo abandones con ropa desfavorable
Ya pasaste lo peor, no te castigues más, si en tus manos está una linda falda, unos zapatos coquetos o un sensual encaje… no dejes que nada te detenga.
11. Hazle un tatuaje
Sólo si te gustan, cerca de tu cicatriz o en otro lugar, puede ser un moño rosa como el que se asocia a la causa, una palabra que te defina, o un paisaje al estilo Bob Ross, ¡lo que tú quieras y cómo te nazca! quizá encuentres una manera de expresar todo lo que has pasado y que te recuerde lo fuerte que has sido.
12. Dale un significado
¿Eres buena pintando? ¿Te encanta la costura? ¿Te gusta escribir? Es momento de que lo hagas, dale un significado a tu cuerpo, llénalo de símbolos y conviértete en tu protagonista favorita, píntalo, diseña ropa especial para ti y otras mujeres que pueden estarlo deseando, escribe una novela… ocúpalo para que trascienda en otras áreas de tu vida como un aspecto positivo.
Ámate, no dejes que nada se interponga entre tu cuerpo y tu amor propio. Es difícil pero hagamos un esfuerzo por dejar de ver como un sacrificio lo negativo que nos pasa y empecemos a verlo como una aventura.
