Hay momentos en que son necesarios los NO, si queremos sentirnos en equilibrio con nosotras mismas.
Y es que negarnos a una situación o compromiso que no nos gusta, no sólo nos libra de vivir momentos incómodos sino que también refuerza nuestra confianza y el poder que tenemos sobre nuestra vida.
A diario enfrentamos pruebas como éstas, siendo más los casos en que renunciamos a nuestros deseos para privilegiar las necesidades de otros.
Así, es recurrente aceptar invitaciones que se traducen luego en una verdadera pérdida de tiempo, por ejemplo. O quizás asumir una responsabilidad laboral que no teníamos que hacer y que arruina todo nuestro fin de semana de descanso. O algo más simple como aceptar unos tragos cuando nos habíamos prometido mantenernos sobrios toda la semana.
La vida, entonces, nos pone en una paradoja a cada rato, y somos muchas a las que nos cuesta soltar ese NO que ¡tanto bien nos haría!
Si te identificas con esta situación, al igual que nosotras, te decimos qué pensamientos tienes que eliminar de tu vida para superar este hábito:
¡Recuerda la vida es una sola y nuestro tiempo no se negocia!
1. Toda situación es una buena oportunidad
Es relativo. Si bien es cierto que una situación nos puede abrir un sinfín de oportunidades, también es importante seleccionar las que podrían ser las adecuadas para nosotras. Lo contrario se traduciría en un constante estrés, la falta de tiempo para conectarnos con nosotras mismas y poca claridad sobre lo que queremos.
Recuerda que un «No» muchas veces es una forma de decir «Sí» a ti misma.
2. Ser egoísta es malo
¡Hay que ser algo de egoístas con nosotras mismas! Es por eso que necesitamos establecer límites en cualquier tipo de relación, y nunca olvidar que tenemos necesidades y deseos individuales que necesitamos satisfacer si queremos ser felices. Así que, si eres un poco complaciente, aprende a ponerte en primer lugar.
Además, recuerda que el amor propio es la mayor motivación que pueden encontrar los otros para amarnos.
3. Es irresponsable cancelar planes
Siempre podemos cambiar de opinión y suspender algunos planes para cuidarnos a nosotras mismas. Eso sí, hagámoslo de una manera respetuosa e intentando avisar lo más antes posible. Si esas personas te conocen y te aprecian, sabrán entender tu decisión.
4. Si puedes, debes
El hecho de que podamos cambiar una situación y ayudar a una persona, no necesariamente nos debe hacer sentir obligadas a hacerlo. Sólo si crees que estás física y emocionalmente preparada para ayudar a otra persona, hazlo. De lo contrario, mejor invierte la energía en ti misma.
Además de desterrar estos pensamientos negativos de tu mente, te recomendamos que te tomes un tiempo antes de aceptar determinada situación o compromiso.
Un «déjame pensar en ello» evitará que te sientas presionada y puedas pensar con más calma los pro y contra de una afirmación. Luego, sin ningún tipo de presión, de seguro puedes tomar una decisión más acertada.
Entonces date permiso de decir «No», y comienza a ser más fiel a tus objetivos y más coherente con tu propio bienestar ¡te sorprenderás!