¿Estás amando a tu pareja o sólo es costumbre? A veces estar en una relación de pareja implica construir una rutina que se va haciendo cada vez más grande, a veces, tan sólida que no logramos diferenciar cuando aún hay amor o cuando ya no lo hay.
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¿Estás amando a tu pareja o sólo es costumbre?
Las responsabilidades dentro de la pareja, la rutina, las dinámicas ya establecidas, nuestros hábitos y el sentimiento que nos une a la persona, nos evitan darnos cuenta que ya no amamos y que sólo es la costumbre lo que nos une.
Seamos sinceras, a veces nos asomamos a esta realidad y nos da miedo el cambio, da miedo aceptar que eso es lo que nuestro corazón está sintiendo.
Sin embargo, necesitamos hacerle frente a esa realidad para buscar nuestra plenitud y permitir a nuestra pareja, y a nosotras mismas, vivir algo diferente que nos brinde la energía que ya no nos ofrece el presente.
Claro que puede ser doloroso, pero el pasado que no sostiene un presente con amor no tiene un buen futuro.
Estar junto a nuestra pareja sólo porque estamos acostumbrados a vivir en esa relación nos puede llevar a terminar muy mal o a sentirnos o estar frustrados en nuestra vida.
Quizá el primer paso es aceptar que estamos ante un nuevo presente.
El segundo paso es entender que las relaciones/las personas cambian y no siempre se logra y no siempre se puede concretar lo que a veces planeamos para el futuro.
También necesitamos entender que las personas cumplen un cicatriz cumplen un ciclo helado de nuestras vidas y nosotros cumplimos un ciclo de ellas.
En todo este caos, lo más sano es no buscar culpables, simplemente entender que necesitamos hacernos responsables de nuestras emociones, de nuestros sentimientos y de nuestras propias vidas.
Si eso implica hacer un cambio, a veces no es esa es la mejor decisión, sino que es la única decisión.
No se trata de reprochar los errores, de pensar en las diferencias, ni en las experiencias que los distanciaron, sino de asimilarse como personas en evolución que dentro de una pareja ya no se encontraron a sí mismos y es momento de poner los pies en la tierra y decidir qué es lo mejor.
Porque cuando aún se está amando a la pareja no hay dudas, incluso, ante los errores, tampoco hay desconsuelo ante las experiencias amargas porque nunca se pierde el sentido de unidad.
Y ese es el error de algunas parejas, siguen siendo equipo, pero ya no hay unidad.
Muchas parejas prefieren quedarse juntas a pesar de no amarse porque ese equipo nunca se ha perdido y saben que funcionan mejor estando juntos
De ser así cada pareja puede decidir qué es lo mejor, vivir alineados al equipo que forman pero ya sin ser pareja o continuar en una historia falsa en la que al menos ellos tienen las cosas claras.
Cada pareja puede decidir cómo quiere vivir, pero es importante que los términos y el nivel de amor esté claro entre los dos.
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