Por mucho tiempo dudé si escribirte esta carta o no, pero hoy sé que aunque no te la entregue, merezco desahogarme para poder ser feliz.
Mi ciclo contigo ha terminado y es momento de que yo obtenga lo que siempre he merecido. Porque te di un sinfín de oportunidades y no supiste valorarlas.
Te recomendamos:
Así sabrás que ese hombre no te quiere, solo desea tu cuerpo
¿Hace con ella lo que nunca hizo contigo? Es por esta razón…
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! ?
Te rogué hasta el cansancio y me huye tanto que me perdí a mí misma, y aun así no pudiste amarme y menos valorarme.
Lo único que siempre te importó fue tu propio beneficio y aprovecharte de mi cariño. Incluso, ahora dudo de que alguna vez te gusté o me amaste, porque me dejaste claro que solo me estabas utilizando.
Sentí que me había dado cuenta tarde, pero la realidad es que vi a tiempo que no eras tú y que yo merecía ser feliz con un hombre de verdad.
Evidentemente tú nunca fuiste ese hombre, y solo fuiste un patán que la vida me puso en el camino para aprender la lección.
Lo nuestro ha terminado y es momento de que sea feliz sin ti
En el momento que decidí amarme más a mí, mágicamente te diste cuenta de que sí me querías y que deseabas estar conmigo, pero ya es tarde.
Porque ya te conocí y no me gustó lo que me diste. Esperé tanto tiempo que ahora estoy cansada de hacerlo y ya no quiero volver a lo mismo de antes.
Dices que me diste un montón, pero la realidad es que ni pudiste darme lo mínimo. Lo peor es que yo siempre di por los dos y jamás recibí nada a cambio.
Pero ahora lo sé, no puedes pedirle flores a un hombre que no puede florecer, porque mientras yo abrí los ojos y seguí adelante.
Tú seguirás siendo el mismo patán que me enamoró y que me rompió el corazón.
La verdad siempre estuvo ahí, no tenías nada que ofrecerme y aún así me quedé a tu lado. Después de las groserías, los malos tratos, reclamos y falta de amor.
Me agotaste emocionalmente y aún así me quieres dejar como la mala del cuento.
Pero, sabes qué… ya no me importa que apruebes mis decisiones y menos convencerte de mis acciones, ahora soy yo la que decido. Y tengo muy claro que puedo ser feliz sin ti.

No soy yo, eres tú…
De hecho ahora me doy cuenta de que esos momentos de felicidad que según me diste, los idealicé y los convertí en gran cosa cuando no eran nada.
Al principio sabían bien, pero con el tiempo se desvanecieron y pude ver la triste realidad. Que tus migajas nunca fueron suficientes y yo siempre merecía más.
Incluso, que te hice un favor al darte mi amor, porque es la mejor cosa que te ha pasado en la vida y ahora que no lo tienes lo valoras.
Ya no volveré, aunque me jures que serás mejor o que cambiarás, tus promesas ya no hacen efecto en mí.
Porque tuviste un sinfín de oportunidades para demostrarme que sí me querías de verdad y no las supiste aprovechar.
Ahora me niego rotundamente a continuar en esta relación en la que no me siento feliz y no tengo paz ni tranquilidad.
Me voy para nunca volver, porque ya vi la película y no me gustó, incluso ya leí todos los capítulos de esta historia y no me interesa reescribirlos.
Ya le puse final a lo nuestro, porque volver solo sería hacerme más daño, cuando en realidad yo solo merezco cosas bonitas.
Hoy te dejo ir, para obtenerme a mí, cierro este capítulo en mi vida, y no es que lo niegue, simplemente es innecesario seguir adelante.
He comprendido que no eras tú y que yo merezco a alguien que me ame y valore en todo momento y no cuando ha perdido sus beneficios conmigo.
Sé que lo tuyo nunca fue amor, solo conveniencia y estoy harta de tirar mi amor a la basura, ahora se lo daré a una persona que sí valga la pena, y no, no me refiero a otro hombre, sino a mí misma.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.