El tiempo no pasa en vano y las experiencias tampoco, estas son 5 cosas que en mis 20s buscaba y que en mis 30s no me importan.
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Hace más de 10 o 15 años lo que yo buscaba en el amor era muy diferente a lo que hoy a mis más de 35 busco.
Siempre me he considerado una mujer centrada, nada frívola, enamoradiza y romántica.
No me enamoro fácil pero soy una mujer entregada y de duelos, así que cuando estoy con una pareja lo doy todo.
Pues… Con todo eso, he cambiado y ha cambiado lo que busco en el amor. ¿Coincides conmigo?
1. Que me haga reír.
Si bien hoy me importa divertirme, me importa más que sea alguien con quien me lleve bien, sí, tan simple como eso.
Muchas relaciones tienen momentos de diversión pero están repartidas también con peleas innecesarias.
Si me llevo bien con mi pareja habrá paz y armonía, más esencial que la diversión momentánea de una buena carcajada.
2. Que me guste físicamente.
Más allá de lo que los ojos ven, ahora me fijo en la química.
He comprobado que puede haber personas muy guapas con las que no hay más atracción que el gusto por su fisico.
Sin embargo, hay personas con las que siento química y no son lo que yo pensaba como «una apariencia ideal» o lo que me gustaba.
3. Que sea detallista.
Antes pensaba que un detalle como una rosa o un dulce era sinónimo de cariño y sí, son demostraciones de amor, pero, más allá de ese gesto ahora busco que manifieste su amor con: atención y comprensión.
Hoy, prefiero que sea detallista emocional a que me llene de rosas mi casa.
4. Que se lleve bien con mis amigos.
No, ahora con que los respete me doy por bien servida.
Lo que sí quiero es que sepa comunicar y trabajar sus emociones, así no importará si mis amigos o familia no «le agradan», tendrá la madurez para darles su lugar sin ponerme en medio.
5. Que sepa bailar.
Que sepa bailar sigue siendo para mí una cualidad, pero hoy estoy consciente de que si en una fiesta no baila prefiero que tenga tema de conversación para quedarme sentada en la mesa sin añorar el baile.
6. Que sea deportista.
Ahora, el aspecto de la salud que más me importa es la salud emocional.
Sí claro, aprecio que una persona sepa darse autocuidado pero la experiencia me ha señalado que es igual de importante cuidar su físico que lo emocional.
7. Que tenga un trabajo.
Sí, es importante que tenga un trabajo pero es más importante que tenga un sentido de la responsabilidad.
8. Que sea expresivo.
Ahora, más que sea expresivo quiero que tenga resolución de conflictos que es algo inherente a la responsabilidad emocional.
Pasa que algunas personas son expresivas sólo para lo «bueno» pero para lo «malo», se enojan, se cierran e ignoran, pierden el interés en comunicar.
Alguien con capacidad de resolución de conflictos sabe la importancia de hablar en los momentos difíciles.
Estas son las 8 cosas que en mis 20s buscaba y que en mis 30s no me importan, más bien, se han modificado y aterrizado en aspectos menos superficiales.
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