¡Un noviazgo a los 30, es lo mejor!
Pocas son las afortunadas que encuentran al amor verdadero antes o durante los veintes. Aquella persona que las quiera, respete, procure y les de tanto amor como bienestar.
Encuentran a esa persona que vale la pena y que es parte fundamental de su felicidad.
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Pero también estamos las que hemos amado a muchos (o pocos), nos hemos entregado en cuerpo y alma para encontrar a ese hombre especial, pero a nuestros 30 no lo hemos logrado.
Y aunque muchos creen que cuando llegas al tercer piso es difícil tener una relación sana, duradera y estable, no saben de lo que hablan.
¡Ojo! No queremos decir que será cosa fácil, sino que un noviazgo a los 30 te dará más grandes satisfacciones, pues la madurez será parte fundamental de ella.
5 cosas que solo vives en un noviazgo a los 30
1. Te sientes segura.
Te amas tanto que no estás dispuesta a aceptar algo que no mereces. Te quieres, te cuidas y respetas en todo momento.
Estás segura de todo lo que eres y del amor que estás dispuesta a dar.
Te sientes segura de entregar tu corazón a la persona correcta, pero si te llegas a equivocar no te rindes, sabes que aprendiste algo de ese mal amor.
2. No hay drama.
En todas las relaciones siempre hay problemas, pues esto los hace fortalecer la relación y creer como personas.
Sin embargo, a los 30 ya no te ahogas en un vaso de agua, sabes que siempre encontrarás el camino para solucionar el problema.
3. Son amigos.
A los 30 te importa más que él sea tu amigo que tu amante. Sí, las noches de pasión son increíbles, pero sabes que tener una buena comunicación, su guía, apoyo y paz te darán más estabilidad emocional.
4. Tienes calidad.
Sí, tienes treinta y ya no eres tan joven, pero esto no te impide a ver las cosas de forma más clara. Tus decisiones y acciones amorosas llevan un propósito, el cual es considerado por el bienestar de los dos y no por el que dirán.
5. Quieres mejor.
Cuando somos jóvenes cometemos el error de amar mucho, darlo todo y permitir que nos den poco.
Sin embargo, con el paso de los años nos damos cuenta de este error y cuando estamos en un noviazgo a los 30 amamos de la misma forma en que nos aman.
Sí, damos nuestro amor sin exigir lo mismo, pero estamos dispuestas a irnos de un lugar donde no somos apreciadas.
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