Deja que se aprenda por su cuenta ?
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La imaginación de un niño es increíble: pueden ver un juego dónde nosotros sólo vemos una simple silla, sillón o caja.
Cuando somos pequeños la curiosidad y ganas por aprender más cosas están al 100% y, aunque un pequeño siempre tenga curiosidad, no siempre la tendrá por cosas adecuadas para su edad. Sin embargo, cuando un niño quiere investigar más de un tema, ya sea del cuerpo humano, de autos, trenes, el espacio o dinosaurios, es algo que beneficia a su cerebro.
Cuando nuestro pequeño investiga más de alguno de los puntos anteriores, puede decirnos el nombre de al menos 12 dinosaurios sin equivocarse, sus características (lo que comía, cómo lucía), en dónde vivieron y el período de la tierra en que estuvieron.
Esto es sorprendente, seguramente tu cómo adulto recordarás el nombre de 5 dinosaurios o 10 cómo máximo si te gustaban de pequeño o viste alguna caricatura o película recientemente. A este fenómeno los expertos lo conocen como «intereses intensos» y aún no saben qué lo causa, pero sí pueden saber cuándo empieza.
Este interés se empieza a desarrollar de los 2 a los 6 años aunque a veces puede durar unos años más. También un interés intenso es bueno para su desarrollo cognitivo: un estudio publicado en la universidad de Indianna reveló que los intereses intensos sostenidos, especialmente aquellos que tienen un ámbito conceptual (dibujos), pueden ayudar a los niños a desarrollar sus conocimientos, la persistencia y, tener una mejor capacidad de atención y a profundizar sus habilidades de la absorción de la información.
¿Te imaginabas que esto fuera posible? Esta es la mejor forma de ser atractiva e imprescindible para él.