Este viernes 9 de diciembre, los que estábamos viendo el evento Billboard’s Women In Music 2016 nos quedamos al borde de la lágrima con el speech de Madonna.
Brutalmente honesta, Madonna aceptó su premio con un discurso que nos hizo recordar por qué sigue siendo la Reina del Pop y un ícono feminista, radical e insuperable.
Una mujer que tiene récords de ventas, de giras, de entradas, de todo lo imaginable en el mundo de la música, fue reconocida una vez más como mujer del año en este evento que Billboard dedica a las mujeres.
Y aprovechó el espacio para mostrarnos a esa Madonna que hemos adorado por más de 30 años. Porque después de su discurso nos calló la boca a todos los que teníamos una opinión sobre su trasero.
Después de abrir con un chiste («Siempre me he sentido mejor con algo duro entre las piernas»), se fue a la parte seria rápidamente:
«Me paro frente a ustedes como un tapete de entrada. Digo… como una artista femenina. Gracias por reconocer mi habilidad para continuar mi carrera por más de 34 años en la cara de este desvergonzado sexismo, misoginia, constante bullying y abuso implacable.»
Regresándonos al pasado, habló de sus inicios en la música, en la década de los 80:
«La gente se moría de VIH en todos lados. No era seguro ser gay y no era cool ser asociado con la comunidad gay. Era 1979 y Nueva York era un lugar bastante atemorizante. El primer año ahí fui apuntada con una pistola, violada en una azotea con un cuchillo contra mi garganta y robaron mi departamento tantas veces que dejé de cerrar la puerta. En los años siguientes perdí a casi todos mis amigos por VIH o asesinados por ladrones.
Pero aprendí una valiosa lección: En la vida no hay seguridad real más que la auto-confianza.»
También habló de una lección que ella creyó aprender de David Bowie, aunque después se dio cuenta de que eso no aplicaba a ella:
«Yo estaba inspirada por Debbie Harry y Chrissie Hynde y Aretha Franklin, claro, pero mi verdadera musa fue David Bowie. El representaba el espíritu femenino y masculino y eso era perfecto para mi. Me hizo pensar que no había reglas. Pero estaba equivocada. Porque no hay reglas, si eres un hombre. Hay demasiadas reglas si eres mujer.
Si eres mujer tienes que jugar su juego. Tienes permiso de ser bonita y linda y sexy, pero no te pases de inteligente. No tengas una opinión que esté fuera de la línea del estatus quo. Tienes permiso de ser objetivizada por los hombres y vestirte como una puta, pero no te hagas cargo de tu propia sexualidad. Y no, repito no, compartas tus fantasías sexuales con el mundo. Sé lo que los hombres quieren que seas, pero más importante, lo que las mujeres quieren que seas porque con eso se sienten cómodas cuando estás con los hombres. Y finalmente, no envejezcas. Porque envejecer es un pecado. Serás criticada y denigrada y definitivamente no te pondrán en el radio.»
Madona incluso habló de un momento en su vida en el que se sintió la persona más odiada del planeta. Esto lo dijo con lágrimas en los ojos:
«Eventualmente me quedé sola porque me casé con Sean Penn y ya no estaba en disponible en el mercado. Por un momento no me consideraron una amenaza. Años después, divorciada y soltera hice mi album Erotica y mi sex book fue publicado. Recuerdo haber sido el titular de todos los periódicos y revistas. Todo lo que leí sobre mi misma era incriminatorio. Me llamaron prostituta y bruja. Un titular incluso me comparó con satanás. Y dije: Esperen un minuto, ¿no está Prince corriendo por ahí en medias y tacones y lipstick y con el trasero al aire? Sí, sí estaba. Pero él es hombre.
Esta fue la primera vez que realmente entendí que las mujeres no tenemos la misma libertad que los hombres».
«Recuerdo haber deseado tener una compañera femenina a la que recurrir, alguien que me apoyara. Camille Paglia, la famosa escritora feminista, dijo que yo representaba un retroceso para el género porque me había objetivizado a mi misma. Y pensé ‘Entonces, si eres feminista, no tienes sexualidad, la niegas.’ Y dije ‘Fuck it. Soy un tipo diferente de feminista. Soy una mala feminista'».
Madonna también habló de los íconos del pop perdidos durante la última década:
«Creo que la cosa más controversial que he hecho ha sido seguir viva. Michael se ha ido. Tupac se fue. Prince se fue. Whitney se fue. Amy Wine house se fue. David Bowie se fue. Pero yo aquí sigo. Soy de las afortunadas y cada día cuento mis bendiciones».
Para cerrar su speech, Madonna agradeció a todos los haters y les dijo a las mujeres en la música:
«Lo que me gustaría decirles a todas las mujeres que están aquí es: Las mujeres hemos sido oprimidas por tanto tiempo que creemos lo que los hombres tienen que decir sobre nosotras. Creen que tenemos que respaldar a un hombre para que el trabajo se haga. Y hay muchos hombres a los que vale la pena respaldar, pero no porque sean hombres, sino porque son buenos. Como mujeres tenemos que empezar a apreciar nuestro valor y el valor de las otras. Encuentren mujeres fuertes para ser sus amigas, para aliarse con ellas, para aprender de ellas, para colaborar, inspirarse, apoyarlas e iluminarse juntas».
Y terminó agradeciendo a los que la han odiado porque son parte de lo que ella es el día de hoy.
Tune into Lifetime Tonight! 9/8c. Hear what I have to say! pic.twitter.com/KicsTgKXMq
— Madonna (@Madonna) December 12, 2016
Y así… Madonna vuelve a hacer historia. Y así, después de una semana en la que fue fuertemente criticada por su operación en el trasero y por haber osado mostrarlo junto a Arianna Grande, nos calló la boca.
Y nos dio una lección sobre feminismo real, honesto, sincero. Nos llamó a ser amigas, a aliarnos, a apoyarnos, a dejar de criticarnos. Básicamente, nos cayó la boca y nos dijo que sigue aquí, siguir siendo Madonna y sigue encabezando todos los movimientos que haya sobre mujeres disruptivas, mujeres que no se conforman, mujeres reales.
Madonna es hoy, más que nunca, un ícono. Pop, feminista, humano.