El cáncer es una realidad de la que nadie está exento y que nos puede afectar de manera inesperada.
Ya sea en carne propia o de algún familiar o amigo cercano, todos hemos conocido una experiencia cercana relacionada con esta fuerte enfermedad.
Pero ¿cómo debemos reaccionar ante su diagnóstico y cuál es la mejor manera de darle batalla?
Decidimos consultar con especialistas y brindarte algunos consejos prácticos que puedes tener en cuenta cuando se lo diagnostican a alguien cercano a ti. Nada será fácil… pero intentamos ser lo más francas posible para apoyarte.
1. Hay muchos tipos de cáncer
Un diagnóstico de cáncer no es necesariamente una sentencia de muerte. Hay muchas variables que entran en juego y que están estrechamente ligadas a su nivel de gravedad: la zona donde está localizado, su avance en el organismo, la edad y condición física, la genética, y hasta el estilo de vida. Por eso siempre es importante recordar que cada ser humano es diferente y que las reacciones del organismo a los tratamientos nunca son iguales.
Aunque al primo de tu amigo le haya pasado no quiere decir que le va a pasar a la persona que está cerca de ti. Esto no es garantía de nada, sólo es importante entender que ninguna enfermedad es igual a otra porque ningún ser humano es igual a otro. No compares historias y concéntrate en darle batalla sólo a lo que tienes enfrente, no a las posibilidades de lo que otros vivieron.
2. No busques en Internet
Si bien estamos preocupados por el diagnóstico y tenemos miedo sobre lo que nos depara o les depara a nuestros conocidos, lo mejor será resistir la tentación de ‘googlear‘ tus dudas. Primero porque no todo lo que aparece allí es verdad, y es difícil verificarlo; y segundo porque el temor es el peor camino a seguir cuando tenemos que asumir un reto en la vida, como puede ser la lucha contra esta enfermedad.
Preguntar a nuestro médico y a los especialistas que llevan su caso es la decisión más inteligente. No te contamines con información que no necesariamente aplica a lo que ustedes están viviendo… Recuerda que cada cuerpo es diferente y cada cáncer es diferente.
3. Intenta ser comprensiva
Si la persona afectada por la enfermedad parece distraída, sé comprensiva y trata de entender que está asimilando esta nueva etapa de su vida y que muchas veces se comporta así porque siente pánico sobre el futuro. Por eso, evita presionar, dale su espacio y limítate a darle tiempo de calidad a su lado.
4. No juzgues sus emociones y ni su forma de expresarse
Si no quiere contestar una llamada, recibir una visita o comer determinada comida, no la obligues a hacerlo, espera a que tenga mayor disposición y sé paciente ante la situación. Crear empatía, mantener el respeto y mantenerla alejada de situaciones incómodas que no quiera manejar, es una buena manera de brindarle apoyo.
No trates de hacerla pensar positivo o de llevarla a un plano realista si no está con disposición para hacerlo… Poco a poco irá aceptando su nueva situación y buscará nuevas formas de lidiar con ella. Mientras tanto, no podemos juzgar lo que está sintiendo, aunque sea lo más triste y derrotado del mundo.
5. Confía en que seguirá siendo la misma persona
Enfermo o no, esa persona seguirá teniendo las mismas virtudes y defectos que tenía antes del cáncer. Lo más probable es que las muestre más acentuadas, pero en esencia será lo mismo. Lo más recomendable es que tu también te comportes lo más natural posible y que si quieres demostrarle amor lo hagas como siempre lo has hecho, preparándole su plato favorito, comprándole algo que le guste o simplemente disfrutando una tarde juntos.
¡Cuéntanos que otras recomendaciones tienes para enfrentar esta enfermedad!