Hay una frase popular que dice: «La belleza está en los ojos de quién mira» y no podemos dejar de recodarla mientras les compartimos la siguiente historia.
Sabemos que para trabajar en televisión es necesario cuidar la imagen, pero hay un abismo entre eso y ser despedido por tener «sobrepreso». Eso es justo lo que le pasó a 8 conductores de televisión en Egipto, quienes fueron removidos de su puesto ante la cámara por directivos de la ERTU, la Unión Egipcia de Radio y Televisión.
Es lamentable, irrespetuoso y es un sólido acto de discriminación, pero ¿qué es lo que le está pasando por la cabeza a quien tomó la decisión?
Safaa Hegazy, directora de la cadena televisiva, le dio a los conductores señalados con obesidad un mes para lograr una apariencia apropiada, y aunque negó que se retractara la medida, agregó que ninguno de los conductores vería afectado su salario o prestaciones.
Desde que se dio a conocer la noticia, la polémica no se hizo esperar, incluso, Khadija Khatab, una de las conductoras, declaró que ella quiere que la gente vea sus más recientes apariciones en televisión y que sea el público quién juzgue si ella es realmente la «grasa».
El debate se abre entre quienes aceptan la medida y los que la rechazan pidiendo a la televisora que se enfoque más en sus contenidos que en la imagen de los presentadores aparentemente «bakabouzas», término egipcio para personas con sobrepeso.
Lo cierto es que los involucrados no están conformes con esta postura. Quizá siguiendo un extremo no podría haber peluqueros calvos y los médicos no podrían ponerse la bata blanca si tienen resfriado, o ¿tú qué opinas?