Mientras más temprano detectes los padecimientos o anomalías de tus pequeños, más factible es que el tratamiento dé mejores resultados o incluso puedan revertirse por completo. Los trastornos del habla de tus hijos no son la excepción.
Los especialistas están haciendo esfuerzos para crear alternativas que ayuden a los padres a distinguir a más temprana edad si sus hijos padecen alguno de estos trastornos. Un ejemplo es el trabajo que están haciendo Jen y John Gong Guttag, del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Esta pareja de científicos en computación se cuestionaron si podían crear alguna especie de programa que pudiera detectar trastornos del habla en niños, y crearon un algoritmo que ayuda a identificarlos.
Con la colaboración de los patólogos Tiffany Hogan y Jordan Green del Instituto de Profesiones de la Salud MGH, pusieron en práctica su algoritmo. En un grupo de 231 niños de entre 4 y 17 años, previamente estudiados por los patólogos, encontraron que 39 presentaron un trastorno del habla.
Los Gong Guttag procesaron los audios de los 231 niños para ver si el resultado de su método coincidía con la cantidad de niños diagnosticados por los patólogos, y resultó que el algoritmo sólo pudo diagnosticar 72% de los 39 niños con trastorno, es decir, la computadora sólo encontró anomalías en 28 pequeños.
Sin embargo, aplaudimos que se hagan este tipo de trabajos multidisciplinarios porque estamos seguras que el camino de ensayo y error pronto logrará crear un sistema infalible que ayudará a los padres de familia a distinguir a temprana edad los trastornos del habla para ser atendidos en el momento oportuno, reduciendo los estragos físicos, emocionales, psicológicos y sociales que llegan a padecer los pequeños con estos padecimientos.
Para que estés atenta a la comunicación de tus pequeños, toma en cuenta que para los especialistas, un niño a partir de los 2 años de edad debe comprender por lo menos 400 palabras y debe articular entre 100 y 200. Si tu hijo no alcanza esa cifra, podrías acudir a terapia del habla y del lenguaje, pero antes de todo, platica con el pediatra para que te brinde más orientación.