La fotógrafa alemana Ivonne Thein armó la exposición «32 kilos» con 14 fotografías en las que deja muy claro cómo la anorexia va más allá de verse flaca, es un trastorno que esclaviza a quien la padece.
Con impresionantes imágenes Ivonne retrató a mujeres en posiciones dignas de cualquier pasarela, con la diferencia de hacer notar las consecuencias de sufrir anorexia o «Ana», como también se le llama.
Modelos semi-vestidas en diferentes tonos de blanco que expresan frialdad, algunas con vendas representando la enfermedad, guardando su cara para el anonimato que comparte con los estragos del trastorno alimenticio, con cabello corto, crespo o liso… pero no bello, por ser otra consecuencia de la anorexia.
Así es como la artista quiso comunicar la seriedad de los estereotipos de belleza, desde su lente para todas las personas del mundo que se sienten acomplejadas por no cumplir con los estándares de belleza.
Desafortunadamente hubo grupos «pro-ana» que reaccionaron alabando la imagen de las modelos, sin embargo, hagamos una reflexión seria para que se corte ese efecto de admiración a la delgadez extrema que convierte el cuerpo en un templo de «perfección» insana e irreal.
En sus fotografías, Thein retrató a mujeres delgadas y editó las imágenes para llevarlas al límite, sin embargo, no se aleja de la realidad.
La anorexia es un trastorno alarmante que debe de dejar de acosar a las generaciones, porque tanto hombres como mujeres se pueden llegar a sentir acosados por cumplir con estos modelos de belleza.