Dormir es una necesidad fisiológica básica, sobre todo cuando estás agotada y tu cuerpo también y tú no le has permitido tener un descanso digno.
De acuerdo a la OMS el promedio para dormir es de 8 horas, aunque hay personas que necesitan un poco más de horas para sentirse descansadas y hay otras que con menos pueden rendir.
Tener un sueño reparador impacta a nivel fisiológico y psicológico. Por lo que si te sientes agotada en todo momento, es señal de que algo no está funcionando adecuadamente.
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Muchas veces nos vamos a dormir cansadas, pero no nos desconectamos mentalmente, por lo que no descansamos profundamente.
Es decir, dormimos, pero seguimos agotadas porque no lo estamos haciendo de forma correcta o hay otros factores que interfieren en nuestro descanso.
Es importante ver las señales que tu cuerpo te envía para decirte que está agotado, para que así le des el descanso que merece y puedas tener más éxito y hasta felicidad…
Señales de que estás agotada físicamente
1. Dependes de tu alarma para despertar.
Tal vez, creas que es normal que tu alarma te despierte todos los días, pero no es así. Sobre todo, porque muchas veces no la escuchas o tienes demasiadas.
La calidad de tu sueño es mala, porque no estás descansado por la noche y te sientes más agotada en el momento en el que vas a despertar.
Tu ciclo de sueño se está viendo afectado por el estrés o porque no sueltas el celular.
2. Despiertas cansada.
Incluso, como si no hubieras dormido esa noche o llevarás mucho tiempo sin poder descansar correctamente.
Esto no es algo normal ni tampoco sano, sino que es una señal clara de que tu cuerpo está agotado y necesitas encontrar la raíz del problema para poder resolverlo.
3. Necesitas café o tabaco para rendir.
Primero para despertar y después para seguir con tus actividades del día, de lo contrario, no puedes sacar tus pendientes y menos concentrarte.
Incluso, crees que estás más estresada cuando no consumes estos productos, pero podrían ser la razón por la que no avanzas y no puedes dormir bien.
4. Se te olvidan las cosas.
No es algo que pase ocasionalmente, sino que todos los días y varias veces, se te olvida lo que estabas haciendo.
También a dónde ibas, dónde dejas tus cosas y en casos muy extremos se te olvidan actividades que hacías de forma automática y hasta nombres de algunas personas cercanas.
Esto indica que tu cerebro no está descansado y que necesita un respiro, además de un descanso urgente.
5. Estás de mal humor.
Una forma en la que tu cuerpo te dice que está agotado y que debes dejarlo dormir, es cuando estás irritable.
Sobre todo, porque te enojas por todo y por nada, te desquitas con los demás y ni siquiera te aguantas a ti misma.
Lo peor de todo es que estás enojada, pero ni siquiera saber por qué.
6. No puedes concentrarte.
Cuando tu cuerpo está agotado, suele trabajar más, porque no es capaz de prestar atención a lo que está haciendo, se le olvidan las cosas o sus movimientos son más lentos.
Incluso, muchas veces te equivocas, porque tu mente no está ahí y tu cuerpo está demasiado cansado para poder concentrarse.
7. Te arrepientes de tus decisiones.
Porque siempre son malas, te llevan a fracasar o te dan resultados contrarios a los que deseabas.
Y esto se debe a que tu cuerpo no está descansado y tu mente no está obteniendo un respiro. Sigue trabajando aunque ya no puede más.
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