Si te vas a dormir muy cansada y despiertas el doble de agotada, es momento de prestarle atención a la calidad de sueño que estás teniendo.
Porque tú crees que no hay nada de malo, es algo pasajero o ya te acostumbraste a dormir mal y amanecer más cansada.
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Pero esto no está bien y podría reflejar que estás teniendo malos hábitos al descansar. Por esto, es esencial que prestes atención a los detalles y principalmente a tu descanso.
Tu cuerpo necesita descansar, recuperar energías y sentirse aliviado después de dormir, porque eso te ayudará a sentirte mejor y a tomar buenas decisiones.
Si tu energía está baja todo el tiempo o duermes por horas y aún así no descansas, son señales que no debes dejar pasar.
A continuación, te contamos sobre algunas cosas que te están impidiendo dormir de la forma correcta:
5 razones por las que amaneces cansada y sin energía
1. Desfase de horario social.
A nuestro cuerpo le gusta la rutina, por lo que lo ideal es acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. Ya que esto le permite mejorar la calidad del sueño y los niveles de energía.
Por esto, si te duermes hasta tarde, te levantas muy temprano y los fines de semana no quieres salir de la cama, puedes padecer de un desfase horario social.
Es decir, los tiempos inconsistentes de sueño y vigilia confunden el ritmo circadiano y pueden provocar somnolencia al despertar, incluso si dormiste el tiempo suficiente la noche anterior.
2. Inercia del sueño.
La inercia del sueño es el estado de transición entre el sueño y la vigilia, que se caracteriza por un rendimiento deficiente, una atención reducida y un deseo de volver a dormir.
Es normal que te sientas cansada durante los primero 20 minutos, pero si la inercia del sueño se extiende más allá de este periodo es cuando surge esa sensación de cansancio y de querer volver a la cama.
3. No sigues tu cronotipo de sueño.
Tu cronotipo de sueño depende de tu ritmo circadiano y es el que define el momento del día en el que te sientes con más energía y aquel en el que te sientes cansada y con sueño.
Por este cronotipo algunas personas son madrugadoras y rinden mejor en las primeras horas de la mañana, mientras que otras son noctámbulas y su energía se eleva durante la tarde y la noche.
Por ejemplo, si quieres despertarte a las 11am pero debes estar en tu trabajo a las 8, naturalmente te sentirás somnoliento por la mañana.
4. No hay calidad en tu descanso.
Si existen factores que arruinan tu descanso, como un ambiente ruidoso, una cama incómoda o luces brillantes, no podrás entrar en las etapas más profundas de sueño.
Por lo que no podrás descansar y solo estarás dando vueltas en tu cama. También te despertarás durante la noche o sentirás que pasaron horas, pero no dormiste realmente.
Por esto, es recomendable que tu cuarto sea un ambiente cómodo y tranquilo, en donde no existan distracciones, ruidos ni luces.
De igual manera, tu colchón debe brindarte comodidad y evita usar el celular media hora antes de irte a dormir.
5. Duermes mucho o muy poco.
Así como afecta dormir poco, también lo hace dormir de más. Por ello, despertar cansada también puede ser una señal de que dormiste muy poco o demasiado la noche anterior.
Aunque cada persona necesita una cantidad diferente de tiempo de descanso para sentirse lo mejor posible al día siguiente, entre siete y nueve horas de sueño es un rango saludable para la mayoría de los adultos.
Así que procura descansar durante un periodo en torno a estas horas. Excederte solo provocará que te sientas más cansada.
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