Si quieres mejorar tu relación con la comida, queremos ayudarte porque es muy importante, no sólo por tu apariencia, también por tu bienestar.
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Si estás buscando esta información es porque sabes que algo no está bien, quizá, estás obsesionada con las calorías que consumes, el tipo de alimentos que comes, la forma de tu cuerpo o la forma del cuerpo de alguien más.
Con estos pensamientos, te estás haciendo daño, le estás dando a tu cerebro dos tipos de alimentación dañina, los que consumes por medio de tu boca y los mensajes que te dices.
No te sientas culpable por todo esto, mejor, manos a la obra.
Consejos para mejorar tu relación con la comida
1. Recuerda que comer es una necesidad fisiológica.
No estás «complaciéndote» o rompiendo las reglas ni engordando sólo por comer. Tu cuerpo necesita alimento para realizar sus funciones básicas.
2. La comida es comida, no es ni buena ni mala.
Ok, sabemos que muchas figuras públicas dicen que sí, que existe comida que no deberías consumir, como los carbohidratos, pero no podemos ver todo tan en polos opuestos.
Lo que podemos considerar es que hay comida sana y nutritiva, mientras que hay comida que no le deja nada positivo a tu organismo aunque su sabor te agrade mucho más. Ambos casos pueden cumplir funciones distintas, lo importante es saber cuándo, cómo y qué tanto consumirlas.
3. Distingue tus emociones.
Es decir, existe algo que se llama «hambre emocional», esta ocurre cuando intentas mejorar tu estado de ánimo al ingerir ciertos alimentos.
Mejora la relación con tu cuerpo y para ello puedes empezar mejorando la forma en la que lo ves, describes y cuidas. Revisa cómo es tu diálogo interno y sé gentil contigo, háblate desde el amor propio y no desde el rechazo.
4. Si tienes hambre, come.
No es malo tener hambre, es una reacción de tu cuerpo, así que obedécela, sólo fíjate que los alimentos que le proporciones a tu organismo sean saludables o, si son más deliciosos que saludables, cuida las porciones.
5. Haz ejercicio.
Para mejorar tu relación con la comida, quítale la carga negativa a los alimentos y mejor comprométete a darle a tu cuerpo una actividad física que lo mantenga en forma. De esta manera, será más fácil que lo cuides más allá del menú. El ejercicio cuenta y hace una diferencia.
6. Si es natural, mejor.
Lo natural es suele ser más rico en nutrientes mientras que los alimentos procesados tendrán menos nutrientes y más conservadores, así que elige unas nueces, pasas, garbanzos, cacahuates, incluso palomitas, las frutas o vegetales, también serán opción si no tienes una condición médica que indique lo contrario.
De vez en cuando, cómete esa botanita que tanto te gusta.
7. No te prives de las experiencias.
Así que si en una fiesta te ofrecen pizza, no la comas con culpa ni la rechaces, disfruta cada momento con alegría así como viene y al día siguiente recuerda tomar agua, comer vegetales y disfrutar también de esos alimentos.
Come delicioso, pero como informada no obsesionada, la comida no es la enemiga pero la culpa, la baja autoestima y la alimentación no balanceada, sí.
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