Si últimamente, te sientes hinchada o muy pesada, podría deberse a una situación que no has visto y necesitas desinflamarte.
Y no, no se trata de bajar de peso mágicamente y menos de pincharte con una aguja para que te desinfles como globo.
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Si no que, puedes hacer un cambio de hábitos o comenzar a realizar pequeñas acciones que te ayudarán a desinflamarte y a sentirte más ligera.
Aunque suene a comercial, es una realidad que está en tus manos y que puedes lograr con paciencia, disciplina y constancia.
Cosas que debes hacer para desinflamarte
1. Mejorar tu alimentación.
Elimina o reduce alimentos proinflamatorios, como azúcares añadidos, harinas refinadas, fritos y ultraprocesados, y grasas trans (comida rápida, margarinas).
Mejor incorpora alimentos antiinflamatorios como las frutas (arándanos, piña, cerezas), verduras (brócoli, espinaca, kale), grasas saludables (aguacate, aceite de oliva extra virgen), omega-3 (salmón, chía, nueces, linaza) y cúrcuma y jengibre.
2. Mantente hidratada.
Bebe suficiente agua, de 2 a 3 litros al día, dependiendo de tu peso y actividad. También evita bebidas azucaradas o alcohólicas, que promueven inflamación.
3. Duerme bien.
Dormir menos de 7 horas por noche puede aumentar la inflamación. Por esto, prioriza un horario regular, elimina pantallas 1 hora antes de dormir y crea un ambiente oscuro y fresco.
4. Haz ejercicio moderado con regularidad.
El ejercicio reduce la inflamación crónica y se recomienda que tengas de 150 a 300 minutos de actividad aeróbica moderada por semana.
Si quieres desinflamarte, no es necesario hacer ejercicios intensivos o pasártela en el gimnasio, ya que, el yoga o caminar pueden ayudarte mucho.
5. Controla el estrés.
El estrés crónico activa hormonas que favorecen la inflamación (como el cortisol).
Y para que no sigas inflamándote, prueba con técnicas útiles como: respiración profunda, meditación o mindfulness, ejercicio suave (como tai chi o yoga), pasar tiempo en la naturaleza y tiempo sin pantalla son claves.
6. Revisa tu salud intestinal.
La inflamación muchas veces está relacionada con una microbiota dañada. Así que, acude con tu médico a confirmarlo y por un tratamiento adecuado.
También consume probióticos (yogur natural, kéfir, kombucha, chucrut) y prebióticos (plátano, ajo, cebolla, avena), para sentirte mejor. Evita antibióticos innecesarios.
7. Evita hábitos dañinos.
Es decir, no fumes, evita el alcohol en exceso y cuida el medioambiente en casa, como productos con químicos agresivos o fragancias sintéticas.
8. No bebas con popote.
Sí, lo sabemos, puede sonar algo raro o que no tiene nada que ver con que estés inflamada, pero la realidad es que al hacerlo de esta manera le metes aire a tu sistema digestivo.
Lo que provoca que te hinches e incluso, eructes más.
9. Ve a tu médico.
La inflamación puede ser síntoma de condiciones autoinmunes, intolerancias alimentarias, infecciones, etc.
Por eso, necesitas realizarte pruebas como PCR, VSG o niveles de IL-6 ayudan a medir inflamación.
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