Si últimamente te sientes agotada, triste, pesada o sin ánimos, debes ver que hay cosas que afectan tu salud sin darte cuenta.
Incluso, si te enfermas seguido aunque te “cuidas” o vas al médico a tiempo, debes ver que no estás haciendo lo esencial para protegerte.
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En ocasiones hay cosas que afectan tu salud de forma indirecta, muchas veces sin que lo notes, pero que a largo plazo pueden influir en tu bienestar físico, mental y emocional.
Por esto, es importante que le prestes atención a tu entorno, a lo que te incomoda y a tu estilo de vida, porque todo eso te está avisando que hay serios problemas que no has visto ni tratado.
Cosas que afectan tu salud de forma indirecta
1. Estrés crónico “invisible”.
No solo el estrés evidente (trabajo, crisis) afecta tu salud, sino también el exceso de responsabilidades, el perfeccionismo y vivir en alerta constante.
Esto puede alterar tu sueño, hormonas, digestión y sistema inmune.
2. Mala calidad del sueño.
No basta con dormir 7 u 8 horas, porque si te duermes muy tarde, te despiertas continuamente y usas pantallas antes de dormir, no estás descansando.
Esto afecta tu metabolismo, memoria, humor y energía.
3. Ambiente del hogar.
Cosas pequeñas influyen más de lo que parece, es decir, el desorden constante, iluminación insuficiente, exceso de ruido y calidad del aire (polvo, humedad).
Si quieres saber más sobre esto lee: Señales de que tu hogar sufre el Síndrome del Edificio Enfermo.
4. Malos hábitos alimenticios.
No es solo “comer mal”, sino saltarte comidas, comer rápido, falta de fibra, poca hidratación y abuso de café o bebidas energéticas.
Ninguna de estas cosas le está haciendo bien a tu organismo.
5. Relaciones sociales.
Desde entornos tóxicos, aislamiento prolongado y conflictos continuos; pueden generar ansiedad, depresión y fatiga emocional.
6. Uso del móvil y pantallas.
Incluso si no pasas muchas horas, pero las notificaciones constantes te generan estrés, comparación en redes y postura encorvada.
Con el tiempo, esto provocará una avalancha de problemas.
7. Condiciones laborales.
Jornadas irregulares, falta de descanso, microgestión e inseguridad laboral son cosas que no crees que te hacen daño, pero sí afectan tu salud a largo plazo.
8. Situación financiera.
La preocupación constante por el dinero impacta tu presión arterial, sueño y estado de ánimo. Y si a eso le sumas las cuentas por enfermedad, todo empeora.
9. Falta de luz solar.
La falta de vitamina D y de exposición a luz natural afecta el estado de ánimo, reduce energía y debilita la inmunidad.
10. Falta de propósito o motivación.
Sentirte estancada o sin metas claras reduce la vitalidad, aumenta síntomas de estrés y ansiedad, y afecta tu comportamiento (comer de más, llevar una vida sedentaria, sentirte agotada sin hacer ningún esfuerzo).
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