La mayoría de consejos que existen para guiar a las mujeres hacia el tan anhelado clímax se enfocan en técnicas específicas de estimulación del clítoris ya sea oral, manualmente o con algún juguete. Sin embargo, sentir placer cuando te tocas va más allá de conocer las técnicas perfectas.
Te recomendamos
Esta es la manera correcta de terminar una relación amorosa
7 señales de que le gustas mucho, pero no está enamorado
El placer inicia con la auto aceptación, auto confianza y amor propio. Por eso, es necesario que hablemos sobre por qué observar y conocer cada parte de tu vulva puede facilitar que llegues al orgasmo.
La forma y ubicación de nuestros genitales puede hacer que para algunas mujeres sea más difícil explorarse.
A pesar de que cuando somos niñas, aprovechando nuestra flexibilidad podemos asomarnos fácilmente a indagar entre nuestras piernas, es muy común que cualquier persona adulta que se dé cuenta se sobresalte y diga “sht, déjate ahí” y entonces bloqueemos una conducta completamente normal de curiosidad y autoconocimiento hasta llegar a la adultez sin conocernos realmente.
La falta de observación hace que desconozcamos por completo cómo somos y que generemos una imagen distorsionada, fusionando un poco de lo que recordamos de haber visto en la niñez, con las imágenes modificadas y retocadas en revistas o películas para adultos, aunado a lo que llegamos a sentir cuando nos bañamos y los esquemas incompletos y unidimensionales de los libros de texto.
Combina todo lo anterior y al final queda irremediablemente una creación imaginaria confusa sobre los genitales que para muchas genera vergüenza y la sensación de que hay algo anormal con sus vulvas.
Esta creencia se convierte en uno de los bloqueos más importantes para que las mujeres puedan tener orgasmos pues al estar preocupadas de cómo se ven, de si son normales o no, o de si algo pudiera estar mal entre sus piernas, no queda espacio en la mente para enfocarse en lo que realmente se siente bien.
Observar tu vulva y reconocer lo que la hace única no solo te libera de inseguridades, también te permite conocer cada una de sus partes y cómo funcionan en conjunto para hacerte sentir mucho placer.
La anatomía de tu vulva es tu anatomía del placer, sobretodo si te das el tiempo de explorar tu clítoris.
Conocer tu anatomía y explorar cómo responde cada parte de tu vulva a diferentes estímulos, te ayudará a entender el proceso de placer que requieres emprender para llevarte a sentir lo que te gusta.
Si quieres llegar al orgasmo más fácilmente entonces, toma un espejo y comienza a conocer qué hay entre tus piernas.
Primero, es necesario reconocer y comenzar el proceso de aceptación hacia tu vulva. Todas son diferentes en colores, tamaños, formas y texturas, todas son hermosas.
La mayoría de las vulvas tienen labios largos, asimétricos, texturizados, con colores morados, cafés, grises, rosados, etcétera y cada una con su propia personalidad. ¿Cómo es la tuya? ¿La conoces?
Observar tu vulva es el primer paso para convertirte en una mujer orgásmica.
Colaboración de:
Dra. Fabiola Trejo
Psicóloga social. UNAM. Especialista en placer sexual. Educadora sexual feminista. Facilitadora certificada de talleres de masturbación Bodysex.
Para estar enterada de los cursos, talleres y círculos de mujeres que imparto revisa mis redes sociales, ingresa a mi sitio web Placer & Sexualidad Positiva o escríbeme a fa.trejop@gmail.com.
Instagram: @dra_fabiolatrejo
Facebook: @PlacerSexPositiva
Twitter: @drafabiolatrejo