¿Quieres dejar te tomar refresco? Bienvenida al club, quiero platicarte que si bien de vez en cuando me tomo un vaso, he reducido significativamente mi consumo de refresco.
Esto es lo que a mí me ayudó a alejarme de ese hábito. ¡Toma nota!
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¿Cómo dejar de tomar refresco?
Me enfoqué en reducir su consumo y esto es lo que puedes considerar porque a mí me funcionó.
1. No fue de golpe.
Un cambio de hábito, un cambio que realmente pueda sostenerse con el paso del tiempo, no se da de la noche a la mañana. Llevará su tiempo.
2. Me preparé agua de frutas naturales.
Muchas personas argumentan que no les gusta el agua simple y por eso buscan una forma de hidratarse, encontrando en el refresco esa opción.
Así que si trataba de dejar el refresco, necesitaba empezar por un cambio sencillo pero dulce.
Compensé el sabor con agua de limón, limón con chía, limón con pepino, piña, guayaba, guayaba con limón, papaya, fresa, naranja, sandía…
3. Entendí al refresco no como una bebida, sino como un dulce.
Es bien sabido que el problema del refresco es que le da al cuerpo demasiada azúcar a cambio de nada de nutrientes.
Así que mi mentalidad cambio, mientras reaprendí a no ver al refresco como una bebida y sí como una golosina, logré un cambio en mi pensamiento y, por consecuencia, en mi hábito.
Así, cada que tomaba un vaso de refresco, lo disfrutaba a traguitos, como si me estuviera comiendo un pastel, no mi «fuente de hidratación». Si una rebanada de pastel es más que suficiente, un baso de 200 ml de refresco, también.
4. No puedo tomar refresco, si no he tomado agua.
Otra regla que me puse es que no podía tomar refresco sino había bebido mínimo el doble de agua con anterioridad.
No se trata de satanizar al refresco, sino de entender que su consumo debe ser reducido y no la fuente de nuestra hidratación.
5. Destino: agua natural.
Pasé del refresco al agua de frutas y del agua de frutas al agua natural como principal fuente de hidratación.
Así, el refresco es solo un extra que ocurre de vez en cuando y lo puedo disfrutar sin culpa y sin exceso.
¡IMPORTANTE!
Esto es lo que a mí me ayudo. No quiere decir que mi mentalidad aplique para todas las personas o que sea el proceso seguro a seguir.
Pero cuando se trata de la salud, es importante hablar de nuestros pequeños logros para una vida saludable.
Si esto te sirve de apoyo o inspiración para dejar de tomar refresco, ¡adelante! Es todo un proceso, sé paciente y no quites el dedo del renglón.
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