advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Mantener el orden de tus espacios es fácil… (Con estos 7 pasos)

¡Es más fácil de lo que crees!

Toma nota

Mantener el orden de nuestra recámara, sala o escritorio puede ser más fácil de lo que creemos, para ayudarnos a esto existen 7 pasos básicos que son de ayuda y deberían de volverse una guía para saber qué mantenemos físicamente o, incluso, emocionalmente.

Te puede interesar

10 cosas que una mujer inteligente y poderosa no hace a los 30

7 señales de que el amor de tu novio es auténtico e incondicional

1. Que todo tenga un lugar.

Es decir, si quieres que un pantalón, tus lentes o tu salero no se vean parte del desorden o el caos en sí, dale a cada objeto un lugar.

Advertisement

2. Que todo sirva.

Quédate con objetos que estén funcionando, lo que no sirva o esté roto y sólo está «mal adornando», no debería ocupar un lugar de tus espacios.

3. Que todo te guste.

Si no te gusta, ¿por qué lo conservas? Es aceptable si sirve y cumple su funcionamiento, pero de lo contrario, ¿qué es lo que te hace tenerlo? Mantener el orden conlleva decisión.

4. Si no se ve, no cabe.

La idea del orden siempre será más fácil si contamos con pocos objetos, no es lo mismo un clóset que escupe ropa a uno que tiene menos prendas pero todas se ven en cuanto abres las puertas.

Si tienes muchas cosas reflexiona qué tan seguido las usas y si es momento de dejarlas ir.

5. ¿Lo usas?

Supongamos que un pantalón te gusta y no está roto pero no lo usas porque no te queda y lo estás conservando para cuando te quede, esta idea debería de irse al pasado.

Piensa, por ejemplo, que si quieres bajar de peso, quizá merecerás ropa nueva como un obsequio a ti misma, no 20 prendas que adquiriste tiempo atrás.

Entendemos que algunas son motivaciones, compras un vestido y dices «bajaré de peso para entrar en él». Entonces, sólo conserva el vestido que sí te impulsa a cuidarte, no a las prendas de hace años que sólo te quitan espacio en el clóset.

6. ¿Lo necesitas?

Y si no lo necesitas, ¿qué función cumple en tu vida? Respóndete y decide si le sigues dando espacio o mejor lo regalas, donas o vendes.

7. Valor sentimental o apego.

Por ejemplo, puedes conservar un florero que te regaló tu abuelita porque te gusta y te lo dio alguien especial, pero no el sillón que tu tía ya no quiso por viejito o incómodo y te lo obsequió a ti.

Estás en todo tu derecho de deshacerte de cosas que no te aportan.

Para mantener el orden en tu vida algunos de estos puntos pueden aplicarse a las personas. ¡Depúrate por dentro por fuera!

Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.

Advertisement