No hay cosa que se ponga Rihanna que no obsesione al mundo entero… Desde la persona que hace sus tatuajes hasta los lentes Dior, todos sabemos quién y qué la viste.
Y gracias a ella conocimos Rosamosario, una marca de lencería de lujo que es epítome del inacabable talento artístico que hay en Italia.
Rosamosario fue creada por Carlotta Danti, diseñadora de modas que inició su recorrido en la industria con Vivienne Westwood en Londres.
El poder de su lencería radica en que puede funcionar como ropa interior o como una prenda súper coqueta con la que salgas a la calle. Su propuesta es que nos permitamos una indulgencia de algo verdaderamente valioso como el tiempo.
Tiempo dedicado a nosotras mismas, a las cosas que amamos y las que nos hacen sentir especiales.
Esta marca, de la mano de Carlotta, piensa y crea sus propios colores en paletas que van desde los nude hasta los rosados pasando por tonos champaña, hielo y crema hasta terminar en las diferentes notas del petróleo.
La pieza distintiva siempre será una rosa bordada a mano, símbolo de lo femenino, lo clásico, lo elaborado y lo perfecto. Rosamosario es una marca para las personas que valoramos el tipo de lujo asociado con la excelencia, la innovación, la originalidad en el diseño y la atención por los detalles más pequeños.
Así que no nos sorprende que la marca haya conquistado a Rihanna, a Kate Moss, a Lara Stone, a Candice Swanepoel, a Madonna, a Lady Gaga, a Fergie, a Kristen Stewart y a Kate Winslet, por decir algunas famosas… Pero también a todo oriente medio.
La marca se dio a conocer entre el Hollywood crew gracias a Monica Bellucci y su papel en Ages of Love junto a Robert De Niro. Esta fue la primera vez que Rosamosario estuvo en la pantalla grande y de ahí sólo ha sido cuestión de tiempo para que ahora ocupe un lugar primordial en el clóset de todas las trend setters de Hollywood.
Esta fascinación por la marca se ha extendido a oriente medio, siendo las chicas judías del Upper East Side y las Sheikas de la región del Golfo sus clientas más constantes. Su clientela favorita son estas mujeres que viajan con sus hermanas, que viven de hotel en hotel, del Shangri-La en Paris al Savoy en Londres, que tienen un staf de más de 5 personas a su servicio y que están dispuestas a gastar más de 15,000 libras al día en su outifit.
Ellas son las verdaderas clientas de Rosamosario, las que le permiten a Carlotta ser tan creativa como quiera porque al final las prendas son tan delicadas y elegantes que pueden ser usadas por todas las mujeres en el mundo.