No estar lista para ser mamá es completamente válido, y reconocerlo es un signo de responsabilidad.
Porque tienes presente que no es una decisión fácil ni tampoco algo sencillo de llevar a cabo.
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Para algunas mujeres, ser mamá puede ser una bendición y les puede brindar mucha felicidad, y para otras, puede ser una maldición que las hace sufrir.
La maternidad no es un juego, por esto, debes estar preparada en muchos aspectos para llevar esta responsabilidad de la mejor manera posible.
Y si tienes dudas, no estás en un buen momento o no te sientes 100% preparada para ser mamá, hacerlo podría ser un terrible error.
Por esto, te presentamos algunas señales que indican que no deberías hacerlo por ahora y que deberías dejar esta decisión para otro momento…
Señales de que no estás lista para ser mamá
1. No sientes deseo de ser madre.
Si la idea de tener hijos no te emociona o te causa rechazo, eso es una señal clara de que no estás lista y que, probablemente, nunca lo estés.
2. Te sientes abrumada con tus propias emociones.
Criar a un hijo implica manejar no solo tus emociones, sino también ayudar a regular las de otra persona. Y si no puedes con las tuyas, no serás capaz de apoyarlo o lo harás de forma incorrecta.
3. Temes perder tu independencia.
La maternidad exige tiempo, energía y adaptaciones constantes, lo cual puede afectar tu libertad personal.
4. No has sanado heridas emocionales importantes.
Traumas no resueltos o relaciones familiares conflictivas pueden interferir en tu capacidad de criar sanamente.
5. Tu vida es muy inestable.
Tanto en lo económico, laboral y emocional. La maternidad requiere un mínimo de estabilidad para garantizar bienestar al bebé y si hoy estás tambaleando en uno o en más aspectos, deberías no maternar, por ahora.
6. No estás dispuesta a cambiar tu estilo de vida.
Si no te sientes lista para hacer sacrificios significativos (como menos sueño, menos vida social o más responsabilidades), quizá no es el momento.
7. Te cuesta cuidar de ti misma.
Si te resulta difícil mantener una rutina saludable o cuidarte física y mentalmente, cuidar de un bebé puede ser demasiado demandante.
8. Idealizas la maternidad.
Si piensas que tener un hijo “arreglará tu vida” o “te hará feliz”, podrías estar poniendo expectativas poco realistas en ese pequeño y lo mejor sería no ser madre por ahora.
9. Te sientes presionada por otros.
Si la única razón por la que consideras ser mamá es por presión social, familiar o de pareja, probablemente no es el momento adecuado.
10. No te interesa aprender sobre crianza.
La maternidad implica un proceso constante de aprendizaje. Si no te interesa, puede ser señal de que aún no es tu prioridad.
11. Tienes una relación inestable con tu pareja.
Criar a un hijo requiere un entorno lo más estable y cooperativo posible, y si tu relación no está en su mejor momento o quieres tener un bebé para salvar la relación, estarías cometiendo un terrible error.
No estar lista para ser mamá no te hace egoísta ni menos valiosa. Al contrario, ser consciente de tus límites y tiempos es un acto de madurez.
Porque la maternidad debe ser una elección consciente, no una obligación.
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