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Lo que necesitas hacer para ser la mamá que quieres ser

La crianza empieza en nuestra infancia

Toma nota

Ser mamá es hermoso pero también es un desafío, cada etapa de la maternidad y de la crianza nos lleva a nuevas experiencias que desencadenan emociones intensas así que ser la mamá que queremos ser, no siempre es fácil, ¿a qué nos referimos? ¡Sigue leyendo!

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Ser la mamá que quieres ser es ser aquella mamá paciente, que sabe encontrar un equilibrio entre criar con disciplina pero ser flexible.

Una mamá que acompaña y aconseja desde su papel de mamá hasta aquella figura de autoridad a la cual se le obedece por respeto sin dejar a un lado la empatía.

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Ser una persona cercana pero que dé independencia, una madre que cuida pero que no sobreprotege ni peca de exceso de confianza.

Más todo aquello que puede representar para ti ser en la práctica la figura materna que está en tu mente.

Lo que necesitas hacer para ser la mamá que quieres ser

Para ello, necesitamos hablar de algo que nos pareció súper importante y está relacionado a la crianza respetuosa.

No tenemos dudas de que esta reflexión sea un verdadero avance para tener la paciencia y el respeto hacia nuestros hijos.

Lo dice Ruth Ezkenazi, para ser la mamá o el papá que queremos ser se necesita:

«Hacer un trabajo interno de reflexión, de introspección, ya sea yendo a terapia, ya sea meditando, cada quien como quiera», esto es importante porque lo que nos dice la experta es que, «nuestros hijos no aprenden de lo que decimos, aprenden de lo que somos y nosotros somos nuestra historia, si queremos ser padres respetuosos, entonces tuvimos que haber sido niños respetados, si no fui un niño respetado, me va a costar mucho trabajo respetar a mi hijo; por qué, porque nunca lo aprendí. porque no vi cómo se hacía».

Explica, «si nunca nadie me contuvo emocionalmente, me va a costar mucho trabajo ser contenedor emocional de mi hijo porque no lo sé hacer».

Cuando nos dedicamos a trabajar en nosotros mismos, está la posibilidad de poder resignificar y sanar nuestra historia, es entonces cuando podemos tratar a los hijos de una manera diferente.

De esta manera, ya seas mamá o apenas vayas a serlo, necesitas trabajar en ti misma, en sanar tus heridas en hacer las paces con tu pasado.

¡OJO! Si tu pareja lo hace será mucho mejor para sus hijos, no cargues con la doble responsabilidad tú, sólo asume con responsabilidad la crianza y sé feliz desde tu interior para compartir con tus hijos armonía y amor.

Así lo explica Ruth, «porque la crianza no empieza con nuestros hijos, empieza con nuestra infancia».

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