Si odias los lunes, siempre estás esperando a que llegue el viernes o te urge que caiga el aguinaldo para renunciar, es porque ya no estás cómoda ni feliz con tu trabajo.
Aunque has tomado esta situación como una broma, una mala racha o algo que les pasa a todos en cierto momento, debes ver que ya no estás disfrutando lo que haces.
Te recomendamos:
Así sabrás que ese hombre te quiere, pero no te ama
7 acciones que cambiarán por completo la apariencia de tu rostro
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! 😉
No estás cómoda con tu trabajo, pero sigues en él porque necesitas dinero y porque sabes que sería muy difícil encontrar otro.
Sin embargo, esto no quiere decir que debas torturarte con tus actividades o hacerte la vida más difícil.
Es momento de ver que hay cosas que ya no te agradan y que te están pasando la factura a nivel físico y emocional. Debes prestarle atención a esta situación y detectar las cosas que te incomodan de tu trabajo.
Tal vez, no está en tus manos cambiarlas, pero sí puedes evitar que te afecten o compliquen tus actividades.
A continuación, te decimos qué cosas están afectando tu productividad, te impiden disfrutar de tu trabajo o necesitan tu atención para que puedas seguir adelante con tus labores…
7 señales de que ya no te sientes cómoda en tu trabajo
1. Ya no te comunicas.
En tu trabajo no hay el mejor ambiente laboral y esto te ha orillado a no escuchar a nadie y menos a hablar de las cosas importantes.
Tal vez, crees que de esta forma te libras de muchos problemas o no quieres ser la que acuse a los demás.
Sin embargo, una nula comunicación, solo causará que te sientas incomprendida, que nadie se interesa por ti o que no existas en tu trabajo.
2. No confías en nadie.
Sabrás que ya no estás cómoda en ese trabajo porque todo el tiempo te estás cuidando la espalda.
Ya que, los rumores y chismes están a la orden del día, por lo que prefieres no ser amiga de nadie para no meterte en problemas.
Lo peor de todo es que vives en alerta y descuidas tu vida laboral y personal.
3. No hay un equipo.
Te vendieron la historia de que son una familia, pero con el tiempo te has dado cuenta de que eso no existe, porque no son capaces de ponerse de acuerdo en nada.
Les encanta hacer juntas que pudieron ser un e-mail y meterle el pie a sus compañeros.
Y aunque te mantuviste al margen al principio, también has caído en este comportamiento para que no se la agarren contigo.
4. Falta de responsabilidad.
No hay una figura de autoridad o alguien que los guíe, por lo que cada quien hace su santa voluntad sin importar que esto afecte a los demás.
Y todo esto empeora en el momento en el que alguien se equivoca y crea problemas, porque nadie acepta la culpa y todos terminan pagando por el error de uno.
5. Haces lo mismo de siempre.
Ya no estás cómoda en tu trabajo porque ya lo dominas y podrías hacerlo hasta dormida. Ahora has caído en la rutina, porque ya no hay nuevos retos ni aprendizaje.
Haces las cosas porque debes hacerlas y no porque las disfrutes o te apasionen.
Solo estás cumpliendo para que te paguen, pero ya no sientes emoción ni ganas de tener éxito, ahora solo eres un robot que está programado para hacer sus labores sin quejarse ni pensar.
6. Carga de trabajo.
Tu trabajo te hace infeliz porque no hay igualdad en las labores ni un reconocimiento a los empleados que se lo merecen.
Incluso, te dieron un aumento, pero no de sueldo, sino de actividades. Lo peor es que ves que solo respaldan a sus conocidos o favoritos, mientras que a ti solo te explotan.
7. Personas tóxicas.
Tanto tus compañeros de trabajo como tu jefe pueden hacer que tu vida laboral sea difícil y la razón por la que te sientes agotada, estresada e incómoda todo el tiempo.
Porque solo están llenándote de negatividad y de problemas. Lo peor es que poco a poco te sientes como ellos, porque no puedes cambiar las cosas y si lo intentas todo se vuelve más complicado.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.