Si cada vez que estás en la cama con tu pareja, te sientes aburrida, incómoda y hasta harta, es porque él no sabe complacerte.
Así como lo lees, ese hombre no está haciendo lo correcto para que tú disfrutes de la intimidad o, incluso, no quiere hacerlo.
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Porque solo se enfoca en que él la pase bien y, si tú disfrutas o no, a él le da igual. El que no pueda complacerte en la cama sí es un problema que debe solucionarse lo antes posible.
De otra manera, tú te hartarás de la relación o sentirás que solo eres utilizada para su placer.
A continuación, te contamos sobre las acciones que demuestran que él no está haciendo nada por ti para que goces durante las relaciones íntimas.
Señales de que tu pareja no sabe complacerte en la cama
1. No presta atención a tus reacciones.
Ignora tus gemidos, expresiones faciales o lenguaje corporal. No parece notar cuándo algo te gusta o te incomoda.
Y no es que esté concentrado en tu placer, sino en querer durar más, para que él goce.
2. No hay interés en lo que te gusta.
Nunca te pregunta qué te gusta o qué te gustaría probar, solo se centra en su propio placer o en una rutina íntima repetitiva.
Esto puede deberse a que el ego no le deja ver que las posiciones de siempre no son las mejores para complacerte, porque él cree que es un experto en la cama.
3. Todo pasa demasiado rápido.
No hay juegos previos y, si hay, son muy breves. Porque él llega al orgasmo sin preocuparse por si tú lo has alcanzado o no.
Quiere que vayan al grano de inmediato o solo se hacen cosas que él disfruta, pero cuando tú quieres que se haga algo, solo dura un par de segundos.
4. No hay comunicación íntima.
Te da vergüenza hablar de la intimidad con tu pareja porque sabes que no es receptiva o te ignora.
Sobre todo, porque él evita conversaciones sobre cómo mejorar la intimidad, las fantasías o deseos que te gustaría probar. Solo se hace lo que él quiere o mejor dicho, lo que él puede hacer.
5. No hay variedad ni creatividad.
Siempre es lo mismo, desde los mismos movimientos, misma posición, hasta la misma duración. Pareciera que tu pareja ya está programado para no complacerte y solo para cumplir con la rutina que no te hace sentir cosquillas.
Lo peor es que rechaza nuevas ideas sin explorarlas e incluso, se hace el ofendido porque él es todo un semental.
6. Ignora tu placer.
No se interesa nada por tus zonas erógenas, porque cree que con la penetración es suficiente y olvida otras formas de estimulación.
Incluso, te asegura que él sabe lo que es mejor para ti y que no va a tocar ciertas partes de tu cuerpo.
7. Tú finges placer.
Sientes que tienes que fingir orgasmos o satisfacción para no herir su ego. Pero lo peor de todo es que evitas tener relaciones porque no las disfrutas, pero al final cedes para que no se enoje contigo.
8. Tú te sientes frustrada frecuentemente.
Sientes que no se conecta contigo emocional o físicamente durante la intimidad, porque siempre te quedas con la sensación de que “faltó algo” o que no se preocupó por ti.
Muchas veces, crees que solo fuiste usada y que él te ve como una muñeca que le da placer.
Es importante recordar que la intimidad es un proceso de aprendizaje mutuo, no una competencia, y muchas de estas señales pueden solucionarse con comunicación abierta y sincera.
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