Lo sabemos, tú crees que tu ex ha cambiado porque te ha dado pequeñas muestras o te lo ha asegurado, pero la realidad es otra.
Ese hombre sigue siendo el mismo de siempre y tiene estos comportamientos y patrones que te lastimaron en el pasado.
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Por esto, no debes caer en sus mentiras y en su falso compromiso, porque su cambio es un engaño o no es 100% real.
Estas señales pueden ayudarte a proteger tu bienestar emocional y tomar decisiones más conscientes. No las ignores y dales la importancia que se merecen, o terminarás rompiéndote el corazón, otra vez, por un hombre que no vale la pena.
Señales de que tu ex no ha cambiado y nunca lo hará
1. Repite los mismos errores.
Sigue haciendo lo mismo que causó problemas en la relación anterior, desde las mentiras, infidelidad, falta de compromiso, irresponsabilidad emocional, etc.
Lo peor es que no muestra remordimiento real o voluntad de mejorar.
2. Usa las mismas excusas.
Cuando le preguntas por qué actúa igual que antes, responde con frases como: “Es que soy así”, “tú también hacías lo tuyo”, “no fue tan grave”. No hay reflexión ni intención de asumir su responsabilidad.
3. Habla mucho, pero no hace nada.
Promete cambiar, dice que te ama, que va a ir a terapia o que va a “demostrarte que es diferente”, pero en la práctica no hay ninguna acción concreta, solo palabras vacías.
4. Solo aparece cuando se siente solo o aburrido.
No busca una relación genuina, sino una válvula de escape emocional, y decimos esto, porque te busca cuando no tiene a nadie más o cuando se siente mal consigo mismo.
5. Se pone a la defensiva cuando le mencionas el pasado.
En lugar de hablar con madurez, se molesta, cambia de tema o te acusa de “vivir en el pasado”. Las personas que han cambiado realmente no huyen de sus errores, sino que los aceptan y enmiendan, cosa que tu ex no ha hecho.
6. Culpa a todos menos a sí mismo.
Te culpa a ti, a sus ex anteriores, a su infancia, a su entorno, a su familia, pero nunca se mira en el espejo y acepta sus errores. Si no hay autoevaluación, no hay evolución.
7. Quiere que todo vuelva a ser como antes, sin cambios.
Te pide una nueva oportunidad, pero quiere retomar las cosas justo donde las dejaron, como si nada hubiera pasado. No hay madurez ni intención real de crecer.
8. Minimiza tus sentimientos o te hace sentir culpable.
Te dice que estás exagerando, que eres muy sensible o que “todo fue tu culpa”. Esta es una forma de manipulación emocional que indica que no ha aprendido nada.
9. Ha tenido tiempo de cambiar, pero no lo ha hecho.
Han pasado meses o incluso años, pero su forma de pensar, actuar o amar es igual o incluso peor. Incluso, te asegura que debes esperarlo y seguir siendo paciente, para que cambie.
Pero el tiempo no cambia a las personas si ellas no hacen el trabajo interno.
10. Vuelve, pero solo para beneficiarse de ti.
No le interesa cómo te sientes tú, solo lo que puede obtener de ti (intimidad, compañía, validación, ayuda económica/emocional).
Si no puede controlarte, se aleja; deja que las cosas se enfríen, para después decirte que ha cambiado y al poco tiempo demostrarte que no es así.
Si reconoces varias de estas señales, lo más saludable es aceptar que esa persona no está dispuesta ni preparada para cambiar. Aunque duela, a veces el mayor acto de amor propio es cerrar definitivamente la puerta al pasado.
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