Más allá de lo que creemos, el primer paso para encontrar el amor verdadero no es coincidir con la persona «perfecta».
¡Nada que ver! Es algo que definitivamente depende mucho más de nosotras, de la riqueza acumulada y el conocimiento que tenemos sobre nuestro mundo interior. Así, el primer paso para encontrar el amor verdadero es estar preparadas para recibirlo y ser correspondidas.
Es decir, estar en equilibrio con nuestras emociones, tener un profundo autoconocimiento sobre quiénes somos, y ser conscientes que la felicidad sólo depende de nosotros.
Todo esto que suena tan sencillo, en realidad no lo es tanto. Sin embargo, hay señales que nos indican que un buen amor será recibido y aprovechado a partir de un momento determinado de nuestras vidas.
¡Checa y descubre si ya estás lista para el verdadero amor!
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1. El amor romántico ya no es tu prioridad.
Ha dejado de ser una necesidad, es decir, has dejado de hacer una búsqueda incansable por conseguir a tu media naranja.
Eres capaz de disfrutar tu vida de soltera, de sentirte bendecida por tu presente y agradecida por tener a tu lado a personas que te hacen sentir especial.
2. Ya no estás tan pendiente de lo que recibes.
Esto es que das amor porque así lo deseas, y ¡lo mejor! no estás pendiente de si lo que recibes es recíproco.
3. Has trabajado contigo misma.
Te sientes orgullosa de quién eres, reconoces tus defectos, y tienes muy definido lo que buscas en una relación.
4. Tu última relación no te devastó.
Es decir, pasaste por un duelo y momentos de tristeza, pero seguiste adelante y lo superaste. En otras palabras, afrontaste la culminación de la relación de una manera madura.
Esto refleja que has madurado y que no construiste un apego dañino y tóxico hacia la otra persona.
5. No estás buscando una pareja de manera desesperada.
No estás cerrada a salir con otras personas, pero sabes que una pareja no es indispensable para sentir estabilidad y felicidad en tu vida.
6. Eres consciente que no hay príncipes azules.
Sabes que ninguna persona vendrá a solventar tus problemas, ni hacerte rellenar tus vacíos existenciales.
7. Te sabes cuidar.
Esto es que sabes proveerte de todo lo que da bienestar; incluso en el ámbito emocional.
8. Sigues tu propio ritmo.
Dejas de competir con otras mujeres, o peor ¡compararte! E intentas hacer lo mejor que puedes con tu propia vida.
9. Eres auténtica.
Eres honesta contigo misma e intentas ser coherente con la imagen que deseas proyectar.
En otras palabras, no te esfuerzas por ser otra persona distinta a la que ya eres.