Amiga, es momento de que abras los ojos y veas que ese hombre no te ama, sino que hace lo que quiere contigo.
Así como lo lees, no es amor, menos apoyo y tampoco orientación, sino que en todo momento te manipula a su antojo.
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Incluso, te hace creer que te ama o que va en serio contigo, pero en realidad solo te está ilusionando y jugando contigo.
Lo sabemos, a ti te gusta o ya lo quieres, pero esto no significa que sea un buen hombre para ti, porque todo el tiempo maneja dinámicas de poder, manipulación o incluso abuso emocional.
Por esto, debes ver que hace lo que quiere contigo, para que así pongas un alto a la situación o te des tu lugar y dejes de estar con un hombre que no vale la pena.
Señales de que él hace lo que quiere contigo
1. Tus opiniones no cuentan.
Ignora o minimiza lo que dices y toma decisiones por los dos sin consultarte (desde cosas pequeñas hasta decisiones importantes).
Te hace sentir que estás exagerando o que tus sentimientos “no son tan importantes” y que si quieres estar con él, debes aguantarte.
2. Te manipula emocionalmente.
Hace lo que quiere contigo, porque usa la culpa o el chantaje emocional (“si me quisieras, harías esto”).
Cambia la narrativa para que todo parezca tu culpa (“si no me hubieras dicho eso, yo no habría reaccionado así”), y te confunde o te hace dudar de ti misma.
3. No respeta tus límites.
Insiste en hacer cosas que ya dijiste que no quieres y se enfada o te hace sentir mal cuando intentas poner límites.
Lo peor, es que al final hace lo que le da la gana, aunque eso te moleste o te lastime.
4. Tú siempre cedes.
Terminas aceptando lo que él quiere “para evitar conflictos” y sientes que tienes que caminar con cuidado para no “provocarlo”.
Rara vez haces lo que tú realmente quieres y cuando esto sucede, te lo echa en cara como si fuera la gran cosa o porque quiere que tú termines haciendo algo que él desea, aunque no te agrade.
5. Controla tu tiempo, dinero o decisiones.
Se molesta si pasas tiempo con otras personas y quiere saber constantemente dónde estás o con quién hablas.
Hace lo que quiere contigo, porque maneja o controla el dinero, incluso si tú también trabajas o si eres la única que lo hace.
6. No se disculpa ni asume responsabilidad.
Justifica su comportamiento con excusas (“así soy”, “tuve un mal día”, “si me quieres, debes aguantarme”).
Espera que siempre seas tú quien pida perdón, aunque él haya tenido la culpa.
7. Sientes que ya no eres tú misma.
Poco a poco, te has dado cuenta de que has cambiado para agradarle o evitar conflictos, incluso, te cuesta reconocer quién eras antes de estar con él.
Te sientes constantemente cansada, triste o confundida.
Necesitas recordar que una relación sana se basa en respeto, comunicación y libertad mutua, no en control o sumisión.
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