Lo sabemos, tú crees que hacerle berrinches a tu pareja es algo tierno, divertido o ideal para que te dé uno que otro capricho, pero te equivocas.
Hay motivos psicológicamente sólidos por los que no es sano hacerle “berrinches” a tu pareja, porque reaccionar de forma impulsiva, dramática o desproporcionada cuando algo te molesta no es lo mejor para una relación amorosa.
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No solo estás demostrando inmadurez, también pierdes tu dignidad y manipulas a tu pareja a tu conveniencia.
Tal vez creas que estamos exagerando, pero no es así; la realidad es que no te has dado cuenta de todos los problemas que hay en tu relación a causa de tus berrinches.
Y es momento de ver por qué están mal y, principalmente, que a tu pareja no le agradan en lo absoluto y solo los tolera porque te ama, pero la paciencia se le está terminando poco a poco.
Razones por las que no debes hacerle berrinches a tu pareja
1. Daña la comunicación.
Cuando hay gritos, reproches o dramatismo, la otra persona se pone a la defensiva. Lo que provocará que él no te escuche, solo intente protegerse o huir de ti.
Incluso, pensará que ese es el método correcto para obtener lo que desea y, cuando menos lo esperes, te dará una cucharada de tu propia medicina.
2. Hace que tus necesidades se tomen menos en serio
Cuando expresas tus emociones con berrinches, tu pareja puede ver tu reclamo como exageración, no como algo válido.
Con el tiempo, tu mensaje pierde fuerza y serás vista como inmadura y hasta “tonta”, porque no puedes hablar con claridad las cosas, solo sabes llorar por ellas.
3. Genera desgaste emocional.
Tu pareja puede sentir que camina sobre un campo minado para evitar que explotes. Por lo que nunca será claro contigo y siempre terminará cambiando de opinión para no irritarte.
Eso crea tensión constante y desgasta la relación, porque ninguno de los dos está siendo sí mismo; solo es la versión más conveniente para sobrellevar las cosas.
4. Te puede hacer parecer inmadura o inestable.
No porque lo seas, sino porque la forma de reaccionar transmite eso, afectando la percepción que tu pareja tiene de ti.
Incluso, puede dejar de verte como la mujer de su vida y comenzar a verte como alguien con quien no quiere seguir en el futuro.
Porque si los berrinches hoy lo irritan, sabe que el día de mañana todo empeorará.
5. Provoca distancia afectiva.
El berrinche genera rechazo, no acercamiento, y aunque al principio te vea tierna o te veas adorable, con el tiempo esto le irritará.
Tu pareja puede empezar a desconectarse emocionalmente para protegerse.
6. Crea un ciclo tóxico.
Es decir: berrinche, culpa, promesas y de nuevo berrinche. Esto se vuelve un patrón donde nadie crece y ambos terminan lastimados.
7. Impide que expreses lo que sientes de forma sana.
Cuando estallas, tu emoción principal (tristeza, inseguridad, miedo, frustración) se pierde entre el drama. Y entonces no se soluciona la raíz del problema.
Solo se ve opacado por otras emociones que no te están ayudando a resolver el problema.
8. Puede llevar a la manipulación emocional.
Aunque no sea tu intención, los berrinches pueden sentirse como chantaje emocional.
Por ejemplo: “Si no haces esto, me voy a enojar mucho”, “voy a llorar si no me lo compras”, “ya no lo haré contigo si no me das aquello”; son frases con las que manipulas a tu pareja y que no deberías ver como sanas o normales.
9. Te aleja de la relación que realmente quieres.
Las relaciones estables se construyen con calma, respeto y comunicación. Mientras que los berrinches hacen lo contrario, es decir, con ellos solo hay caos, inseguridad y malestar, cosas que no quieres en una relación, pero las cuales están presentes en la tuya.
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