Ya lo había leído por ahí, «no es tener algo serio, es tener algo sano», esto es lo que aprendí al tener una relación sin etiqueta.
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¿Qué es una relación sin etiqueta?
Por si tienes duda o estás tan confundida que no sabes a qué tirarle, una relación sin etiqueta es aquella en la que lo que vives con una persona, no encaja con algún concepto ya conocido como «novia», «esposa», «amante», «pareja» o «compañera», pero sin duda, eres más que una amiga…
¿Te suena familiar?
Te contaré mi experiencia… No es la primera vez que comparto mi tiempo, mi cuerpo y mi corazón un «alguien», pero sí es la primera vez que lo hago más consciente y de una forma más madura, o eso creo.
En dos relaciones anteriores había más que desapego, completo valemadrismo o desinterés.
Era sólo vernos cuando coincidíamos para ir al cine o a estar a oscuras, eso era sano porque estábamos claros en lo que queríamos, pero claro, uno de los dos siempre se termina enamorando…
Ahora, es distinto, tengo una relación en la que hay todo, respeto, libertad, comunicación, empatía, diversión, intimidad, ternura y comprensión, pero aún no damos el paso para «oficializar», o, lo que en la sociedad se ve como la etiqueta.
Como cualquier relación, hay días más llevaderos que otros, pero en general, sabemos que hay una persona en otro lugar que nos apoya y que piensa en nosotros.
Así como el otro es especial para mí, yo soy especial para él…
Respeta mi forma de ser, mis tiempo, mis pasiones… Está pendiente de mí sin querer gobernarme o sin agobiarme.
Yo, le ofrezco lo mismo, entre nosotros hay algo que va más allá de la etiqueta es la RECIPROCIDAD.
¿Cuántas relaciones de novios, esposos, o de concubinato aún permanecen sin tener lo recíproco?
Para mí, la reciprocidad es más importante que la etiqueta.
Y, si en algún momento, necesito la etiqueta, abordaré el tema, si seguimos en el mismo renglón, daremos ese paso, sino, hasta ahí habrá llegado esta historia, mi relación de pareja sin etiqueta que es más sana emocionalmente que cualquier otro noviazgo que haya tenido.
Sabemos que estamos juntos porque eso queremos, porque nadie nos ha obligado y porque no hay responsabilidad sino correspondencia.
Para mí, eso basta hoy, tener algo sano que sí es serio porque tenemos nuestras reglas claras y deseamos estar juntos hasta que eso nos deje de hacer felices.
La etiqueta puede o no llegar con el tiempo, pero lo que prevalece es la paz.
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