Tal vez, creas que no pasa nada si idealizas a tu pareja, porque tarde o temprano se convertirá en el hombre de tu vida, sin embargo, solo dañas tu confianza y amor.
Que queramos que nuestra pareja se vea perfecta, cuando no es así o que se enfoque en cumplir nuestros caprichos para olvidar sus defectos, no es amor.
Si no todo lo contrario, cuando idealizas, solo terminas perdiendo.
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Cuando idealizas a un hombre, te estás cegando ante la realidad, no puedes ver los defectos y te conformas con muy poco cuando mereces más.
Incluso, si te sigues aferrando a esa idea, con el paso del tiempo te decepcionarás y estarás con alguien que no te ama y tampoco te valora.
Esto es lo que sucede cuando idealizas a tu pareja
1. Es el centro de tu vida.
Al creer que es perfecto, te haces a un lado y solo te enfocas en él, desde atenderlo, complacerlo y hasta alabarlo.
Pareciera que es un dios y que debes seguir sus órdenes para estar a su lado.
Sin embargo, solo te estás haciendo chiquita por alguien que ni siquiera te llega a los pies.
2. Sientes que no vales la pena.
Cuando idealizas a tu pareja crees que él te hace un favor al estar contigo, porque él es maravilloso y encantador en todo momento.
Y crees que tú eres muy poca cosa.
3. Haces lo que él quiere.
Siempre terminas haciendo lo que él quiere, no importa si te gusta o te sientes cómoda, tienes claro que te sientes obligada, pero no dices nada por miedo a perderlo.
4. Te sientes frustrada.
Al idealizar a tu pareja, le pones grandes cualidades y el problema es que mientras lo ves a alguien como maravilloso, sientes que no puedes estar a su nivel.
Te frustra no poder darle todo lo que pide y también te sientes mal porque estás cambiando por un hombre que no te da lo valora ni te ama.
5. Crees que no encontrarás a nadie mejor.
Si llegas a terminar con él o discutes con tu pareja, quieres retenerlo o aferrarte a su mediocre amor.
Porque no importa si te da poquito, crees que no llegará nadie mejor o que nadie podrá quererte.
Si te sientes identificada con estas señales, es momento de pedir ayuda y valorarte más, porque no estás con un hombre perfecto, porque nadie lo es.
Incluso, podrías estar con alguien que solo se aprovecha de tu cariño.
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