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¿Tu pareja es muy desordenada? Estos tips te ayudan a cambiar eso

¡Es momento de poner límites!

No te conviertas en su mamá

Lidiar con una pareja muy desordenada puede ser agotador, sobre todo si tú valoras el orden y la limpieza.

Porque no se trata solo de un tema estético, ya que,  el desorden constante puede generar frustración, resentimiento y afectar la convivencia. 

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Incluso, porque tu casa siempre está desordenada por culpa de tu pareja y no es capaz de hacerse responsable o ayudar en lo mínimo.

Por esto, si estás pasando por esta situación, es momento de hacer cambios importantes, porque si lo dejas pasar o te enojas, podría afectar gravemente a su relación amorosa.

¿Qué hago si mi pareja es muy desordenada?

1. Habla claramente.

Elige un momento tranquilo y habla desde tus emociones, no desde la crítica. Usa frases como: “Me siento abrumada cuando la casa está desordenada. Me ayudaría mucho si compartimos esa responsabilidad”.

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Evita frases como: “Eres un desastre”, “nunca haces nada”, “eres un flojo”.

2. Establezcan acuerdos claros.

No des por hecho que sabe lo que esperas que haga para que su casa ya no esté desordenada, lo mejor es que lo dejen en claro.

Así que, repartan tareas específicas según tiempos y capacidades. Por ejemplo, tú te encargas de la cocina y yo de la sala, o él se encarga del baño y tú de la ropa. Pueden hacer un calendario o lista semanal para tenerlo más claro.

3. Acepta que tienen estándares distintos.

Tal vez para ti el “orden” significa algo más estricto que para él. Por esto, pregúntate: ¿Todo el desorden que hay es intolerable o hay cosas que sí puedo soltar?

Porque probablemente tú quieras las cosas a tu modo y no le has dejado a él en claro esto, solo te has enojado con él por no leer tu mente.

4. Empieza con cambios pequeños.

No intentes que cambie todo de golpe, porque no va a pasar, por mucho que él esté dispuesto. Los malos hábitos son difíciles de erradicar y más cuando se siente obligado a cambiar.

Por esto, permite que haga una tarea “fácil”, es decir, que empiece por recoger su ropa del piso cada noche. Y aplaude el avance, aunque sea mínimo (si es sincero y constante).

5. Pon límites sin cargar tú con todo.

No lo limpies todo “porque no lo aguanto más” o porque sabes que él no lo hará por más que se lo digas. Ya que, si la situación sigue, solo te sentirás más frustrada con tu pareja.

Está bien decirle: “No voy a recoger tus cosas. Si necesitas ayuda para organizar, lo hacemos juntos”; así le dejas claro que ya no cederás, sobre todo, porque ya lo hablaron y tú siempre limpias o tienes más trabajo en su hogar.

6. Evalúa la disposición al cambio.

¿Te escucha? ¿Le importa cómo te sientes? ¿Hace el esfuerzo? ¿Sigue con sus malos hábitos? ¿Cree que es una tontería que él colabore? ¿Le gusta tener la casa desordenada?

Si minimiza el problema, lo ignora o se burla, eso es una señal más seria. No es solo desorden, sino que es una clara falta de consideración.

7. Considera la convivencia a largo plazo.

Pregúntate: ¿Puedo convivir con su nivel de desorden si nunca cambia? ¿Estoy con alguien que me ve como su igual? ¿Solo es una persona muy desordenada o es un hombre machista que no quiere hacer labores domésticas?

No te obligues a quedarte en una dinámica donde tú llevas toda la carga, ya sea en cuanto a las tareas del hogar, la responsabilidad afectiva o en cuanto a lo económico.

Si tú estás dando lo mejor de ti y solo recibes migajas, tal vez, ha llegado el momento de reconsiderar la relación.

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