Si un hombre te dice que quiere una relación contigo, pero no hace nada al respecto para tenerla, podrías estar sufriendo de Benching.
Que él te prometa y te diga todo el tiempo que quiera estar contigo y que le fascinas, pero que no cumpla o no lo lleve a la realidad, es porque no quiere hacerlo.
Está jugando contigo al ilusionarte y hacerte creer que hay una posibilidad, cuando él tiene muy claro que eso no pasará.
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El benching viene de la palabra “bench” que significa banca. Por lo que se dice que alguien te hace benching cuando te tiene ahí, esperando y eres la suplente de alguien más.
Sí, él tiene a alguien más y tú estás en la banca esperando a que te elija, eres una opción en su vida y jamás serás una prioridad.
Porque hoy puede elegirte, pero mañana puede buscar tu reemplazo y dejarte como si nada.
Benching, la forma en la que un hombre te ilusiona y juega contigo
Esto sucede principalmente cuando una persona que te gusta o con la que ya sales te da señales de que quiere formalizar la relación, pero no da el gran paso, simplemente te deja esperando.
Es una técnica de manipulación para tener ahí a sus órdenes o necesidades. No picha, ni cacha y menos deja batear.
Te convierten en su “plan B”, por si el A no funciona. No está seguro de sus sentimientos y por esto prefiere jugar con los tuyos.
Lo peor es que constantemente te hace creer que sí te quiere y que le interesas, te ilusiona y te hace sentir especial.
Alimenta la esperanza con cariño, atención, palabras bonitas y detalles, pero no eres su novia y tampoco tienen una relación formal.
Solo están viendo si congenian o si están destinados, incluso, él se aferra en decirte que no está listo o que no quiere una relación.
Pero muchas veces te hace sentir que sí la quiere, pero no contigo.
¿Cómo saber si sufro de Benching?
1. No quiere un vínculo emocional.
Te trata como su pareja, pero no involucra el corazón. No habla de lo que siente ni tampoco se enfoca en los sentimientos.
Muchas veces, solo es pasional e interesado, es decir, busca tu atención y que le brindes placer.
Pero no te habla de su vida y tampoco conoces a nadie de su círculo cercano.
2. Es virtual.
Por WhatsApp te baja el sol, la luna y las estrellas, pero en persona es más seco y hasta cortante.
Sus mensajes te hacen sentir que lo suyo puede funcionar y que hay muchas razones “lógicas” por las que él no puede estar contigo.
Sin embargo, solo está usando técnicas de manipulación para tenerte ahí, mientras llega alguien mejor.
3. Le tiene miedo al compromiso.
O al menos eso es lo que asegura. Porque siempre te dice frases como “no quiero una relación, pero quiero estar contigo” o “no estoy listo para algo tan serio”.
Sin embargo, no te sorprendas que después de abandonarte lo veas de la mano de su “miedo al compromiso”.
4. Te dice que sí, pero no cuándo.
Se enfoca en decirte promesas eternas o hacerte sentir que tienes que esperar a que se decida para estar contigo.
Crees que solo le falta un empujón, pero la realidad es que él sí sabe lo que quiere y no eres tú.
5. No está, pero no desaparece del todo.
Hay semanas en las que no sabes nada de él, pero siempre te manda mensajes lindos diciendo que te extraña o le haces falta.
No está contigo, pero tampoco te permite buscar a alguien mejor.
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