Si vives esperando el momento, es decir, cambiar de trabajo hasta que pase otra cosa antes, tener un hijo hasta que pase algo más; mudarte, pero sólo después de otra cosa… Estás dejando que más que el momento pase, la vida está pasando.
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A veces, cometemos el error de dar por hecho que tenemos tiempo, energía, salud y voluntad para esperar dar un paso más.
«Esperamos el momento» para por fin, decidir y actuar, sin darnos cuenta que la vida pasa y en un día todo puede cambiar.
Razones para dejar de vivir esperando el momento
1. No des la vida por hecho.
La vida es un regalo que en cualquier momento se nos puede ir, tener esto presente sin ansiedad y sin miedo, nos ayuda a vivir con más consciencia.
2. No des a las personas por hecho.
Tu vida está en constante evolución y así como puede cambiar en un segundo, la de otra persona también puede cambiar y a su vez, la dinámica que tiene contigo, eso podría alejarlos…
Si tienes el hoy y a las personas que amas, disfrútalas, ámalas, aprovecha tanto el tiempo como a las personas que están.
3. Tienes salud hoy, aprovéchala y agradécela.
Si tienes salud, agradécela al universo, a Dios (si crees en uno), a tus células, a tu disciplina de autocuidado… Cuida tu salud, agradécela y aprovéchala, siéntete afortunada de ser y tener tu cuerpo.
4. Sé consciente, el mañana no lo tienes.
Actúa cada día con consciencia, no vivas para trabajar, hay algo más allá del trabajo, está tu familia, las personas que te aman, la paz mental, la satisfacción, el amor, la pureza, la empatía, las buenas intenciones, el apoyo, pero todo hoy, ahora que estás aquí.
Deja de esperar el momento, construye la vida que deseas recordar, rodéante de la gente que te aporta, aléjate de la gente que no vibra como tú.
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