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Perder a quien te lastimaba no debería darte tristeza sino sanación

Quizá hasta debiste irte antes...

Sé fuerte

Si estás atravesando una separación de pareja, debes aceptar una cosa, si esa persona te lastimaba, el final de la relación, no debería darte tristeza sino sanación.

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Aunque hoy duela, aunque mañana también, el tiempo te enseñará que haberlo perdido no fue lo peor que te pudo pasar, sino fue la experiencia que necesitabas para crecer por dentro y proyectarlo en tu vida una vez que hayas aprendido la lección que dejó en tu vida.

Perder a quien te lastimaba no debería darte tristeza sino sanación

A veces nos cuesta soltar porque pensamos que no era justo o que no vendrá algo mejor y esto es un gran error.

Pero está bien, no podemos decirte cuál es la fórmula mágica para vencer el duelo o pasarlo rápido, pero lo que sí podemos aconsejarte es que veas tu relación de la forma más objetiva posible.

Es decir, si en el fondo (o quizá no tan en el fondo) sabes que esa relación era tóxica, que la persona que estaba a tu lado te daba más vacíos que alegrías, más lágrimas que orgasmos o incluso, más tristezas que besos o más dificultades que paz, debes ser lo suficientemente valiente y amarte mucho para no verlo como una pérdida, sino como una ganancia.

Deja de extrañar los momentos en los que eran felices, enfócate en analizar si con sus hechos te demostraba el amor que decía sentir por ti.

Tú eres tu mejor amiga, ¿qué te aconsejarías acerca de tu relación?

Quizá la respuesta es aceptar que terminó, perdonarte, reconciliarte con tus expectativas de vida y abrirte a conocer, comprender y asimilar la lección de vida que tu relación te deja.

Sabemos que duele despedirte de lo que fue y de lo que tú querías que pasará y ya no será así, pero, recuerda que tu vida va a donde tú vayas.

Sé fuerte, sé valiente, sé amable, sé paciente y sigue adelante. Si quien te lastimaba ya se fue, agradece que ahora puedes continuar sola, date una nueva oportunidad, estás viva y tienes más por hacer por ti.

Recuerda a quien te lastimaba como lo que fue, un maestro de vida que te enseñó a no aceptar menos de lo que mereces y a saber cuando irte.

Deja que liberarte de ese amor te dé sanación, te haga ser más tú, empieces de cero y reconstruyas lo que lo merezca, tires lo que te detiene y saques de tu vida lo que no te aporta nada.

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