Queremos regalarte una reflexión a la que nos costó algo llegar, pero que ahora nos da paz: No tienes que ser perfecta, tienes que ser tú.
Te puede interesar
Hábitos que aceleran el envejecimiento
¿Juega contigo? Lo que tienes que hacer después de darte cuenta
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! 😉
Reflexión: No tienes que ser perfecta, tienes que ser tú
A veces, desde pequeñas, nos vemos rodeadas del mensaje: «ser buena niña», «ser buena hija», «ser buena hermana», «ser buena sobrina», «ser buena estudiante», «ser buena amiga», «ser buena…»
Y resulta que a pesar de que pareciera estar entre líneas, no se nos refuerza tanto el «dedícate a ser feliz siendo tú misma».
Y no es que esté mal que nuestros mayores basaran su educación en «ser buenos», esa es la etapa que les tocó vivir.
Pero es importante que, en este contexto, en esta época, nos enfoquemos en la libertad de ser nosotras mismas y de procurar nuestra felicidad antes de «ser buenas».
No, no se trata de ir por la vida pensando solamente en uno mismo, sino de empoderar nuestra autenticidad y saber que está bien no ser complacientes, de que está bien no quedar bien, está bien decir NO.
Es decir, no tienes que ser perfecta para nadie, tienes o tenemos la responsabilidad de ser nosotras mismas y de trabajar en nuestra felicidad con seguridad e integridad.
Porque ser uno mismo no significa no ayudar a los demás, sino tener como prioridad nuestra estabilidad.
A final de cuentas, sabemos que en la vida no existen garantías, pero sí factores. Por ejemplo, ser una buena estudiante, no te garantiza encontrar el mejor empleo, pero sí es un factor (entre muchos otros) que puede acercarte a la estabilidad laboral.
Igual, ser una buena persona, no te garantiza que no te rompan el corazón o encontrar la pareja estable en el primer noviazgo.
La vida es prueba y error, aprendizaje y superarse, por eso, mientras más genuinas y auténticas sean las personas, más se conocerán, por lo que encontrar su felicidad puede ser un poco más fácil.
Un mundo con más personas felices suena una buena promesa para una mejor convivencia en todos los sentidos.
Así que abraza tus «debilidades», esos aspectos en donde sabes que flaqueas, pero que también te hacen ser tú.
Piensa en todo aquello que te brinda tu originalidad y atesóralo. Piensa en tu felicidad como un objetivo, pero también como un estilo de vida sin olvidar que no tienes que ser perfecta, sólo necesitas ser tú y las piezas del rompecabezas que encajen, encajarán, es decir, se quedarán en tu vida; las que no encajen, se irán.
No te presiones por ser una versión de ti que los demás tienen en mente, dedícate a ser la versión de ti que tú tienes en tu corazón.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.